¿Vamos a por la receta?
Ingredientes:
4 yemas de huevo
1/2 l de leche
150 g de azúcar
2 cucharadas de Maizena
Dos ramas de canela
la piel de un limón
Preparación:
En un cazo, ponemos la leche a calentar unto con las ramas de canela y la piel del limón. Dejaremos que llegue a un paso de empezar a hervir y le bajaremos el fuego para que, poco a poco, coja ambos sabores y olores. Bastará con unos 20 minutos. (Si tenéis menos tiempo, podéis dejarla hervir un par de minutos, pero siempre quedará mejor a fuego lento). Cuando hayan pasado los 20 minutos, colamos la leche y la reservamos.
En otro cazo, echamos las yemas, el azúcar y la maizena y lo mezclamos todo con ayuda de unas varillas (un truco es diluir la maizena en un poco de leche para que así no nos queden grumos). Una vez esté todo perfectamente mezclado, iremos añadiendo la leche que teníamos reservada, poco a poco
Ponemos el cazo de nuevo al fuego y removemos, siempre en la misma dirección, hasta que nuestras natillas espesen. Antes de que empiecen a hervir, retiramos el cazo del fuego y seguimos removiendo un par de minutos más. Cuando tengamos la consistencia deseada, las vertemos en los vasitos y las dejamos enfríar a temperatura ambiente.
¿Os apetece una?
Si queréis más ideas de postres en vasitos, no dudéis en pasaros por el post recopilatorio de ¡Qué rico, mamá! y ya veréis qué ideas más buenas y originales.