Alguna vez ya había intentado hacer el queso de cabra rebozado y frito pero me pasó que, después de frito (lo rebozaba con pan rallado), ya no le quedaba apenas rebozado. No hace mucho leí que en Estados Unidos utilizan pretzels machacados. Lo probé y ¡funciona!. En esta ocasión quedó magnífico.
Explico a continuación los pasos a seguir para preparar este entrante:
Ingredientes:
1 rollito de queso de cabra
1 huevo
harina
una bolsita de pretzels
aceite oliva
Preparación:
Triturad los pretzels hasta darle una consistencia apropiada para el rebozado. Verted las migas en un recipiente y reservadlo. Batid un huevo en un recipiente y poned harina en otro recipiente. Reservadlo.
Cortad el rollito de queso como en la fotografía. Un consejo: ¡os resultará más fácil si guardáis el queso en el congelador durante unos 20 minutos! Lo reafirma lo suficiente como para hacer un corte más limpio.
Situad los recipientes conteniendo los elementos para el rebozado por este orden: harina, huevo y migas de pretzel. Rebozad cada una de las piezas del queso en harina. A continuación por el huevo y por último por las migas de pretzel.
Calentad el aceite de oliva en una sartén a fuego medio (¡no dejéis que se caliente en exceso!). Id colocando las rodajitas de queso de cabra en la sartén con una espátula ranurada. ¿Veis ese suave chisporroteo alrededor de cada pieza? Eso es lo que queremos. Si chisporrotea violentamente cuando lo ponéis en la sartén, se dorará demasiado rápido.
Freíd las rodajas por un ladounos 45 segundos a 1 minuto, hasta que se adquiera un color dorado claro y se vea crujiente. Luego, usad la espátula para girarlos cuidadosamente hacia el otro lado, y freídlos durante otros 30 a 45 segundos (un poco más si es necesario).
Cuando los saquéis de la sartén ponedlos sobre una servilleta de papel para que absorba el aceite sobrante.
Servid el queso cuando todavía esté caliente o tibio. El queso debe resultar agradable y cálido y suave por dentro y ¡por supuesto! podéis acompañarlos con una magnífica ensalada de rúcula o hojas tiernas de espinacas.
Queso de cabra frito. No sé qué decir, excepto que, si nunca lo habéis intentado … bueno, debéis hacerlo. A menos que odiéis el queso de cabra.
Podéis tomarlo, solo, como aperitivo con una mermelada de fresa o de sidra, por ejemplo.