Buenos días! Después del parón veraniego, Desafío en la Cocina vuelve a la carga con una receta salada. Este mes las chicas de La cocina de Camilni propusieron la casquería. A mi, personalmente, nunca me ha gustado, así que se planteaba un desafío de los de verdad! Menos mal que estas chicas están en todo y nos mandaron una lista muy completa de todas las partes que pertenecen a este grupo, y afortunadamente para mi, entre ellas estaba el rabo de cerdo.
Ya en varias ocasiones os he puesto recetas con casquería de este animalito, como esta paella de pie, oreja y rabo, que además es de las mas típicas de mi pueblo, las manitas de cerdo en salsa o la oreja a la plancha. Así que para la ocasión, me he decantado por la única parte que me falta en este recetario. Es una tapa típica de mi zona, se pone en muchos bares. Sólo tiene una pega, y es que salta como un demonio, así que si tenéis freidora muchísimo mejor.
Si eres de los que la casquería le vuelve loco, pincha aquí y deleitate con las recetas que han preparado mis compañeros. Para la mía vamos a necesitar:
250 g rabo de cerdo
Agua
1-2 hojas de laurel
3 dientes de ajo
Sal
AOVE
Limón
Lo primero que debemos hacer es cocer el rabo. Para ello, lo ponemos en una olla con abundante agua, el laurel, los dientes de ajo y sal. En cuanto empiece a hervir lo dejamos a fuego bajito al menos 1 hora y media o 2 horas (comprobad que está tierno y se separa la cerne del hueso fácilmente). Sacamos el rabo y guardamos el caldo para un arrocito, os aseguro que os va a encantar!
Una vez cocido, ponemos aceite en un cazo y cuando esté bien caliente freímos el rabo, con cuidado porque salta y mucho!!
Tan solo queda servirlo en un plato, rociarlo con unas gotas de zumo de limón y listo. Es una de mis tapas favoritas y con una cervecita va que ni pintado!