Ingredientes para 2 raciones:
4 rodajas de rape
2 dientes de ajo negro
1 cebolla mediana
2 tomates maduros
6 almendras tostadas
1 rebanada de pan tostado
1 vasito de vino blanco
Aceite de oliva virgen extra
Perejil
Sal, cayena en polvo
Elaboración:
Pelar y picar finamente la cebolla y rehogarla en una cazuela con aceite y un poco de sal.
Cuando empiece a estar transparente (unos 5’), incorporar los tomates, previamente rallados, y seguir cocinando durante unos 10’ más, a fuego lento.
Mientras, hacer una picada con las almendras y los ajos pelados, una punta de cucharita de cayena y la tostada. Diluirlo con un poco de agua. Reservar.
Incorporar al sofrito el vino blanco, subir el fuego al máximo y dejarlo reducir.
Verter un vaso de agua, añadirle la picada, rectificar de sal y, cuando empiece a hervir colocar las rodajas de rape.
Seguir cocinando a fuego medio, durante 8’ sin tapar, para que la salsa reduzca y espese. El pescado no quedará totalmente cubierto, por lo que podemos darle la vuelta a media cocción, sin miedo a que se deshaga puesto que el rape es un pescado de textura consistente, o simplemente zarandear la cazuela de vez en cuando para que la salsa lo riegue por encima.
Espolvorear con perejil picado, dejar reposar un par de minutos y servir.
Los ajos negros le dan un acabado espectacular a este plato, en cuanto a color y ese sabor característico, tostado y muy agradable. Perfecto con el contrapunto del picante que apenas se insinúa. Aunque el rape resulta ideal, se puede hacer con otro tipo de pescado, por ejemplo con rodajas de merluza, e incluso enriquecerlo con unas almejas.