Desde Madresfera y Aneto nos animan a hacer un nuevo reto, este mes tenemos que actualizar un plato de cocina tradicional utilizando uno de sus caldos Aneto de las variedades de pollo, zanahoria, cebolla y/o puchero. Después de darle varias vueltas pensé que una de mis recetas tradicionales favorita es la de caldereta de cordero y que mejor que actualizarla utilizando caldo Aneto de zanahoria.
La receta clásica la tienes aquí pero hoy te traigo esta nueva versión que está aún mejor que la tradicional, ya que el caldo de zanahoria aparte de un sabor increíble le aporta un color precioso.
Ingredientes para 4 personas:
1 Kg de carne cuello de cordero (pesa mucho porque casi todo es hueso)
1 Kg de patatas
2 cebollas pequeñas o 1 grande
2 tomates maduros
100 ml de vino blanco
1 cucharada de postre de pimentón dulce
1 brick de caldo Aneto Natural de Zanahoria
AOVE
Preparación:
Primero empezamos limpiando bien toda la grasa que pueda tener la carne. Utilizamos cuello ya que es una pieza que aunque tiene poca carne y mucho hueso, es muy sabrosa.
Cogemos una cazuela grande, añadimos 1 cucharadita de aceite y los trozos de carne salpimentados. La doramos bien a fuego lento, de esta manera se va ablandando la carne y luego acortamos el proceso de cocción.
Cuando la carne ya está bien dorada añadimos la cebolla troceada pequeña y vamos removiendo hasta que se vuelve transparente. En ese momento añadimos los tomates troceados, los dejamos un par de minutos y echamos el vino blanco. Removemos bien para que se evapore el alcohol y ya podemos ponerle las patatas, peladas y troceadas intentando que tengan un tamaño regular para que todas tarden lo mismo en cocinarse.
Les ponemos por encima la cucharada de postre de pimentón dulce (si te gusta el picante también puedes ponerle un poco) y removemos bien, intentando que las patatas se impregnen de la salsa y del pimentón, pero vigilamos que no esté el fuego muy alto ya que el pimentón se quema enseguida.
Ahora añadimos el litro de Caldo Natural Aneto de Zanahoria, y removemos bien.
Tapamos la cazuela y dejamos cocer unos 20-25 minutos a fuego lento hasta que las patatas estén completamente cocidas y la carne blanda.
Acuérdate de remover y revisar de vez en cuando para evitar que se evapore completamente el caldo y se acabe quemando el guiso.
En función de cómo os guste más en casa podrías añadir un poco de agua a mitad de cocción si prefieres un plato de cuchara o dejarlo tal cual y las patatas acabarán absorbiendo todo el líquido pero quedando una textura jugosa.
Espero que te haya gustado, si decides prepararlo sobretodo etiquétame para que pueda ver cómo te ha quedado!
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¡Un abrazo!
Mónica