Soy de las que piensa que debemos regar las semillas buenas de nuestras relaciones todos los días. Preparar un dulce para nuestra familia y amigos es una forma excelente, ¿no os parece?
Antes de empezar con la receta quería recomendaros muy mucho el diario gastronómico de Mia, o lo que es lo mismo, Albahaca Fresca, de donde he sacado esta receta. Además de encontrar recetas originales, con productos frescos, naturales y de temporada, las fotos de Mia tienen una gran calidad artística y mucha sensibilidad, estoy convencida que os atrapará como lo ha hecho conmigo.
Ingredientes
300 gr. de galletas. Podéis utilizar las que son tipo digestive o las maria.
200 gr. de nata (crema de leche) líquida para montar (nada de preparado para cocinar o nata (crema de leche) ligera. Esas no sirven para postres o para hacer nata montada (crema de leche))
200 gr. de queso para untar, tipo Philadelphia
120 gr. de mermelada de fresa
120 gr. de mantequilla
Gelatina natural. Podéis utilizar 2 láminas o en su defecto 3/4 de sobrecito si la encontráis en polvo, como me pasó a mi. Si no os gusta la gelatina y podéis encontrar el sustituto natural, usad agar-agar.
2 cucharadas de azúcar
Primero de todo vamos a preparar la base. Colocamos las galletas en un bol grande y las vamos triturando hasta convertirlas en harina, o casi. Yo lo hago con la ayuda de la mano de mortero o maza, eso sí, despacito para no llenar la cocina de galletas. Derretimos la mantequilla y la mezclamos con las galletas hasta hacer una pastita bastante arenosa. Colocamos la mezcla en el molde que hemos elegido y aplanamos con una cuchara hasta que cubra toda la base y quede bastante compacta. Reservamos en la nevera mientras realizamos el resto de la receta para que endurezca.
Vamos a por el relleno. Remojamos las láminas de gelatina en agua templada, entre 5-10 minutos para que se active. Si la gelatina es en polvo, este paso no es necesario.
De la nata (crema de leche), reservamos unas dos o tres cucharadas que utilizaremos para derretir la gelatina. Con el resto, mezclamos la nata (crema de leche) con el azúcar y montamos. Añadimos el queso y removemos con cuidado para que la nata (crema de leche) no baje.
Vamos a por la gelatina que en estos minutos ya se habrá activado. Ponemos a calentar la poquita nata (crema de leche) que habíamos reservado y colocamos la gelatina para disolverla. Vertemos la gelatina derretida en la mezcla de la nata montada (crema de leche) y el queso y removemos bien.
Colocamos sobre el molde con la base de galleta y dejaremos enfriar en la nevera un mínimo de dos horas, así cogerá consistencia y endurecerá. Antes de servir, colocamos la mermelada por encima, tanta como queramos
Recomendaciones y truquillos
Al montar la nata (crema de leche), es recomendable que esté bien fría, también el bol donde la pongáis y las varillas.
¿Que se os va la mano con la batidora y se os corta la nata (crema de leche)? ¡No desesperéis! Eso ya no os servirá para esta receta, tendréis que montar de nuevo, pero lo que podéis hacer es ¡mantequilla! hace poco publiqué en el blog una receta sencillísima para hacer mantequilla casera.
Es mejor que utilicéis un molde de un diámetro pequeño, así la tarta os quedará más gruesa. El que yo utilicé tiene unos 35cm de diámetro y ya veis en las fotos que la tarta quedó bastante planita. La próxima la hago con un molde de 20 o 25cm máximo.
¿Qué os ha parecido la receta? ¡Además de fácil y vistosa está buenísima!
El post Receta | Cheesecake tradicional aparece primero en Lilu and Me. Todas las fotos son mías y la cerámica que aparece es de Lilu Ceramics.
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