Está hecho con masa sablé de chocolate, así que la combinación es indescriptible (ya se que soy muy exagerada), pero cuando ví la cara de mi hijo al probarlo fue como que se agolparon en su mente todas las palabras posibles para describir lo que estaba comiendo y no pudo soltar ninguna que le hiciera justicia, ja, ja, ja...Es tan crítico conmigo que cuando logro dejarlo mudo con algo que cocino, me muero de "contentura".
Ingredientes para la masa:
250 gr. de harina común
20 gr. de cacao sin azúcar (Valor)
80 gr. de azúcar glas (impalpable)
1 pizca de sal
125 gr. de mantequilla fría
1 huevo
Colocamos en un bol la harina, la sal y el cacao mezclando bien. Añadimos la mantequilla troceada y desmenuzamos bien hasta obtener una textura arenosa. Agregamos el huevo batido y unimos bien hasta obtener una masa suave que no se pega a los dedos.
Ponemos trozos de masa en cada molde extendiendo con los dedos y cubriendo bien. Cortamos con un cuchillo el excedente de masa y pinchamos con un tenedor. Llevamos a la nevera durante 30 minutos.
Precalentamos el horno a 200º.
Cubrimos la masa con papel vegetal y ponemos por encima alubias (porotos), el peso hace que no se levante la masa al cocinarse. Cocinamos en el horno a 180º durante 10 minutos. Retiramos el papel y las alubias y seguimos cocinando 10 minutos más. Retiramos del horno, dejamos enfriar y desmoldamos.
Ingredientes para el relleno:
2 bananas
dulce de leche (cantidad necesaria)
Ingredientes para la cobertura:
250 gr. de queso crema (tipo Philadelphia)
2 cucharadas de azúcar glas
Chocolate rallado
Hacemos una crema con el queso y el azúcar glas.
Ponemos dulce de leche en la base de masa. Añadimos banana troceada y cubrimos con la crema de queso.
Decoramos con chocolate rallado y listo...
La fusión de sabores es riquísima.
Con estos ingredientes hice 8 tartaletas.
¡Hasta la próxima!
¡Sean felices!