Son tan fáciles que las podréis hacer con los más pequeños como actividad en familia, además de estar buenísimas.
Ya sabéis que el procedimiento, las recomendaciones y algunos ejemplos lo tenéis pinchando AQUÍ, espero que os guste y disfrutéis haciéndolo.
Primero vamos a precalentar el horno a 200 grados.
Después mezclamos 80 gramos de azúcar, 300 gramos de harina, 2 huevos y 200 gramos de mantequilla. Para que sea más sencillo de mezclar con el resto de ingredientes, poner la mantequilla en un vaso y calentarla unos segundos en el microondas para que se derrita.
Necesitamos que la masa quede consistente, manejable y no se pegue a los dedos, para poder ir cogiéndola con ayuda de una cuchara y crear pequeñas bolitas de apenas 4 cm que pondremos en una bandeja de horno recubierta con papel vegetal. Estas bolitas de masa las separaremos unos 3 o 4 cm unas de otras, ya que con el efecto del calor y de la gravedad, se van a expandir y del otro modo se unirían a la galleta de al lado y quedaría una sola galleta enorme.
Después vamos a meter la bandeja con las galletas al horno a 180 grados durante aproximadamente 15 minutos. El truco está en ir viendo que las galletas comiencen a dorarse por los bordes y a adquirir un color más saludable a ese amarillo inicial de la masa.
Ya solo falta sacarlas del horno y a disfrutarlas. La decoración posterior será al gusto y con los ingredientes que más nos gusten o que más se asocien a la época del año en las que se realicen.
Agradezco muchísimo tu visita y espero que te haya merecido la pena el tiempo invertido. Sígueme en mis redes sociales, sobre todo en la Página oficial de Facebook y si tienes alguna duda, sugerencia u opinión déjamelo en los comentarios. Hasta el próximo viernes.