Estoy súper contenta con las galletas florentinas sin azúcar que he preparado hoy. Son unas galletas con almendras y chocolate, que no llevan ni una pizca de azúcar, ni harina, ni huevo. Sí sí, ¡galletas sin harina!
En la receta original (dicen por ahí que de la Toscana italiana, aunque puede ser que vinieran de Francia en realidad), sí que llevan harina y azúcar, pero las he adaptado para que las podamos disfrutar todos.
Son extremadamente fáciles de hacer y vienen muy bien para personas con diabetes porque el índice glicémico es bastante bajo si las comparamos con otras galletas que llevan harina. Además, las almendras son frutos secos que nos darán energía y un sabor muy especial. Y lo mejor de todo… son súper fáciles de hacer, ¡y muy crujientes!
Como veréis, no llevan levadura ni nada para que suban porque quedan muuuy finitas. Si queréis hacerlas aún más light, en lugar de cubrir una cara con chocolate como hago yo, podéis hacer líneas de chocolate por encima.
Hay también quien prefiere triturar las almendras hasta que queden con una textura similar a la del pan rallado, pero a mí me gusta más ponerlas troceadas, en daditos pequeños (las compro así directamente). Me parece que la textura y el sabor final quedan mejor así, pero a gustos colores
Tienen buena pinta, ¿eh? La verdad es que nos han encantado, ¡repetiré sin duda!
¡Os dejo ya con la receta!
Información Nutricional
Cada florentina tiene:
79,31 kcal
4,57 HC
Instrucciones:
En un cazo a fuego medio-alto, ponemos la nata (crema de leche) líquida junto con la mantequilla y la stevia/sucralosa. Removemos constantemente hasta que la mantequilla se haya fundido y esté todo bien integrado.
Cuando rompa a hervir, apagamos el fuego y añadimos las almendras troceadas. Mezclamos bien y dejamos enfriar unos 10-15min, para que se endurezca un poco la mezcla y sea más manejable. Mientras se enfría, podemos encender el horno a 180º para que se vaya precalentando.
Ponemos papel de horno sobre la bandeja, y ponemos bolitas de masa encima, con la ayuda de un par de cucharillas. Dejad espacio entre galleta y galleta, porque al hornear la masa se esparce y se pegarán si están demasiado cerca.
Horneamos las galletas durante 12-13min a 180º, hasta que estén bien doraditas. A mí me ha dado para dos horneadas de galletas de unos 6-7cm de diámetro. Si queréis que os queden perfectamente redondas en lugar de así rústicas (que están igual de ricas, eh), podéis cortarlas con un cortador circular nada más sacarlas del horno, cuando aún están calientes (si esperas, habrán endurecido!).
Fundimos el chocolate al baño maría o al microondas, y pintamos las galletas florentinas con la ayuda de un pincel de cocina o una brocha (las de silicona sirven también). Como os decía antes, si no queréis poner chocolate en toda la galleta, también podéis esparcir un poco por encima.
Dejamos las galletas en la nevera durante una hora para que el chocolate se endurezca bien, sin que se toquen unas con otras.
Servimos, ¡y listo!
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