Imagínate una mañana normal… ¿Que solemos desayunar? ¿Un café y sales corriendo?
Siempre insistimos a nuestros hijos la importancia del desayuno, pero pocas veces predicamos con el ejemplo, y ese mensaje de haz lo que te digo no lo que yo haga no suele calar profundo, ya que nosotros, sus padres, somos el espejo en el que se miran y ellos solo quieren parecerse a nosotros, por eso insisten en probar el café y todas esas cosas que les decimos que son de adultos.
En casa hace años que desayunamos sano, cosa que no quita que si pillamos unos croissanes de chocolate nos los comamos, pero si intentamos, al menos de lunes a viernes desayunar bien. Los fines de semana están hechos para disfrutar, y ahí aparte del plato de fruta también sacamos el jamón o el fuet.
Normalmente desayunamos pan integral con un poquito de aceite, o preparo bizcochos caseros, con harina integral y azúcar moreno o panela, o desde hace unos meses preparo porridge.
¿Que es el porridge?
Es el desayuno típico de los países anglosajones, se traduciría como gachas de avena, aunque yo lo comparo más al sabor y textura del arroz con leche, ¡pero mucho más rápido de preparar!
En casa nos gusta a todos, aunque cada uno tiene su variante. A mí me gusta caliente acompañado de fruta fría, a la Yaya le gusta frío de la nevera, y a mi marido le gusta con cacao. A las niñas les gusta de todas formas, pero he de reconocer que ellas atacan más a la fruta que a otra cosa.
Sobre cantidades, te voy a dar para 4 raciones, que puedes guardar en vasos o boles tapados con film transparente en la nevera. Si lo quieres caliente, con meterlo 30 segundos al microondas antes de servir ya llega.
La avena la venden en diferentes formatos, yo lo preparo con copos de avena, ya que al ser el cereal íntegro aporta todos los beneficios tanto de nutrientes como de fibra. Apuntar que la avena es uno de los cereales más sanos que hay, no contiene gluten, aporta mucha energía y entre sus muchísimas propiedades ayuda a reducir el colesterol, la tensión arterial y es antioxidante.
Ingredientes:
500ml de leche
8 cucharadas colmadas de copos de avena
1 cucharada de azúcar o panela
1 chorrito de esencia de vainilla (prescindible si no tienes)
1/2 cucharadita de café de canela molida
Preparación:
Ponemos todos los ingredientes en un cazo al fuego, a fuego medio, cuando empieza a hervir la leche bajamos el fuego y vamos removiendo, vigilando porque se pega fácilmente.
¡En unos 10 minutos estará listo!
Se reparte en boles antes de que se enfríe, cuando está templado se cubre con film transparente y a la nevera, y ya está.
En caso de quererlos sabor chocolate, añadir 1/2 cucharadita de cacao en polvo (¡sin azúcar!) a cada ración y remover bien antes de que se enfríe.
Cuando hayas preparado varias veces podrás jugar haciéndolo más espeso o menos en función de tu gusto.
Al servir acompañarlo de fruta fresca para potenciar sus nutrientes y preparar un plato sanísimo, que sirve tanto de desayuno como de merienda energética antes de ir al gimnasio por ejemplo.
Espero que te haya gustado, nosotros es algo que hacemos muy habitualmente y hasta ahora no había compartido. ¡Si haces tu propia versión, nos encantaría verlo!
Un abrazo,
Mónica