porque todos las adoramos y esperamos cada año que llegue otra vez el momento de probarlas..
Si hay alguna receta de Navidad que todos casi sin excepción probamos es el Roscón de Reyes.
Sin embargo este año os reto a prepararlo vosotros mismos, o mejor aún, ayudados por vuestros
hijos. Veréis cómo os sabe el doble de bueno… Luego sólo hace falta una taza de chocolate
caliente y… ¡a esperar que vengan los Reyes Magos!
¿Sabes cuál es el origen del Roscón de Reyes? Dicen que el mayor promotor de este dulce fue el
rey francés Luis XV. Cuenta la historia que el cocinero de la Corte, de origen eslavo, quiso
agasajar al Monarca el día de la Epifanía con un roscón tradicional de su tierra, pero con una
sorpresa en su interior: un medallón de diamantes que compró gracias a la colaboración de otros
miembros del servicio.
Mientras que la tradición se perdía en Europa del Este, Luis XV quedó encantado con el invento
y se dedicaría a propagarlo, con una moneda en su interior como sorpresa, entre la aristocracia
francesa y europea. Así fue como, a lo largo del siglo XVIII, llegaría a España, donde recibió una
excelente acogida. Pronto la costumbre pasaría de los nobles al pueblo llano, siendo Madrid y
Sevilla importantes baluartes de esta obra maestra de la repostería. Poco a poco, todo el país y
sus colonias (sobre todo México) se fueron dejando seducir por su sabor único.
¿Te animas a seguir el paso a paso de este Roscón de Reyes casero?
Roscón de Reyes Ingredientes:
• 650 g de harina de fuerza
• 250 ml de leche tibia
• 25-30 g de levadura fresca
• 120 g de azúcar
• 120 g de mantequilla o margarina derretida
• 2 huevos y 1 yema
• 10 g de sal
• 2 y 1/2 cucharadas de agua de azahar
• Piel rallada de 1 limón grande y 1 naranja
Para Decorar:
• Frutas escarchadas al gusto
• Azúcar
• 1 huevo batido
• Una naranja
• Figuritas horneables
Preparación del Roscón de Reyes:
Primero se mezcla un poco de los 250 ml de leche tibia con 2 ó 3 cucharadas de la harina de
fuerza. Se añaden 25-30 gr de levadura fresca desmenuzada y lo removemos todo. Se tapa y se
deja fermentar unos 15 ó 20 minutos en un lugar cálido para que fermente.
Una vez la masa de arranque ha fermentado, en un bol grande añadimos el resto de la harina y
vamos añadiendo poco a poco el resto de ingredientes: azúcar, ralladura de limón y naranja, sal,
leche, 2 huevos, azúcar, la masa de arranque que teníamos en otro recipiente fermentando, el
agua de azahar y por último la mantequilla o margarina derretida. Removemos hasta que quede
una masa homogénea.
Enharinamos una superficie lisa, y amasamos durante unos minutos con nuestras manos. Si es
necesario le añadimos un poco más de harina para poder trabajar bien la masa. Le vamos dando
forma de bola a nuestra masa, y una vez bien amasada, la guardamos en un recipiente hermético
o tapada con uno o dos paños húmedos durante un par de horas en un lugar cálido y sin
corrientes.
Después de un par de horas la masa debe haber crecido aproximadamente el doble. La sacamos
del recipiente y en una superficie lisa enharinada, la amasamos de nuevo y poco a poco le vamos
dando forma a nuestro roscón. Con esta masa nosotros hemos hecho dos roscones, uno más
grande y otro más pequeño, pero podéis hacer uno más grande o hacer dos medianos. Si vamos
a hacer dos roscones, separamos la masa y amasamos cada una de ellas dándole forma y
haciendo el agujero con los dedos. El agujero se hará más pequeño al hornearlo, así que es
conveniente hacerlo grande.
Los debemos dejar nuevamente reposar durante aproximadamente una hora bien cubiertos y
en un lugar caliente, un buen truco es encender el horno previamente a 50°C y apagarlo, y meter
los roscones en el horno apagado para que se mantengan calientes.
Finalmente, podemos pintar nuestros roscones con huevo, y decorarlos a nuestro gusto, por
ejemplo con fruta escarchada, naranjas confitadas, almendras laminadas, azúcar glass, o lo que
prefiramos. Si queremos añadirle una figurita, es el momento de esconderla bien dentro de la
masa.
Una vez tenemos nuestros roscones de reyes decorados, los metemos en el horno precalentado a 18o°C durante unos 20 minutos, si tenemos un roscón pequeño posiblemente esté listo a los 15 minutos. Los sacamos, los dejamos enfriar un poco y si nos gusta, podemos cortarlos por la mitad y rellenarlos de nata (crema de leche), trufa o nuestro relleno favorito.
Receta Original extraída de la web pequerecetas.com
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