Langostinos hervidos.
Es la forma de cocinarlos más simple y la forma de comerlos más pura, podríamos decir.
Simplemente, necesitaremos una cazuela con agua hirviendo y un chorro de zumo de naranja.
Cuando el agua comience a hervir introducir los langostinos y cocinar durante 2 minutos o hasta que floten.
A continuación, los pondremos en un bol con hielo. Este proceso se realiza para que el marisco deje de cocinarse y la carne del langostino quede muy firme.
Langostinos al limón.
Quizá sea la forma de cocinarlos que mas me gusta. No tienen ningún misterio pero saben a gloria.
En una sartén sofreiremos los langostinos con aceite de oliva a fuego medio durante 4 - 5 minutos.
Pasado ese tiempo añadiremos el zumo de un limón y terminaremos de cocinar, unos 2 - 3 minutos más.