Ya tenemos ganador del sorteo hecho a través de Facebook del lote de artículos de repostería! Qué emoción y qué ganas tenía de que llegase este momento. Quería daros a todos las gracias por haber participado y también por seguirme a través de Facebook y también a través del blog. Primero os cuento la receta de hoy que por cierto, es un postre que os va a encantar y al final de la misma os cuento quién ha sido el afortunado, en este caso afortunada!!
Cómo me gustan las tartas de pisos, y cómo me gusta la Red Velvet ya os lo conté en la entrada del Red Velvet Bundt Cake. Me parece que tiene un sabor digno de probar y una textura incomparable con ninguna otra tarta.
Esta tarta la he hecho para la comunión del hijo de una amiga ya que me parece una tarta muy digna de un evento de esas características, de sabor suave y de textura aterciopelada y esta combinación con la crema de queso que la rellena y la cubre forman un conjunto verdaderamente espectacular . Si aún no la has probado, deberías hacerlo tan solo para saber cómo es una Red Velvet ya que como os dije en la entrada del Bundt Cake, no hay ninguna tarta que se le parezca.
He basado esta receta en el libro de mi heroína repostera Bea Roque de “el ricón de Bea“, es la precursora en introducir la repostería americana en nuestro país y pienso que de eso sabe un rato.
Las Layer Cakes son tartas muy vistosas y muy lucidas pero que ésto no os haga pensar que son complicadísimas de hacer, son un poco laboriosas y requiere un poco de paciencia y tiempo pero pienso que están al alcance de cualquiera, así que si quieres sorprender a alguien, ponte manos a la obra porque te aseguro que con esta tarta lo vas a conseguir.
INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
280 gr. de harina de repostería
275 gr. de azúcar
125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
2 huevos
15 gr. de cacao en polvo
1 cucharadita de levadura química tipo Royal
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1/4 de cucharadita de sal
240 gr. de buttermilk (lo puedes hacer tú mismo aquí)
2 cucharaditas de colorante rojo en pasta
1 cucharadita de vinagre blanco
1 cucharadita de extracto de vainilla
Para la cream cheese frosting (crema de queso):
125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
270 gr. de queso fresco tipo Philadelfia, frío
500 gr. de azúcar glass tamizado
1 cucharadita de extracto de vainilla incolora
colorante blanco (opcional)
ELABORACIÓN:
De los bizcochos:
Comenzamos preparando los bizcochos y para ello vamos a precalentar el horno a 170ºC. y engrasar tres moldes desmoldables de 18 cm de diámetro cada uno. (Lo puedes hacer con un único molde y cortarlo después en tres partes, pero de esta manera te aseguras de que te queden perfectamente iguales los tres bizcochos). Forramos también la base con papel de hornear.
Tamizamos juntos la harina, la levadura, el cacao, el bicarbonato sódico y la sal y reservamos.
Mezclamos también juntos el buttermilk, el colorante rojo, el extracto de vainilla y el vinagre y reservamos también.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una mezcla esponjosa y que haya blanqueado ligeramente. Aproximadamente 4 minutos.
Añadimos los huevos ligeramente batidos y de uno en uno, esperando a que se incorporen totalmente antes de añadir el siguiente.
Comenzamos añadiendo 1/3 de los ingredientes secos que teníamos reservados alternando con los ingredientes líquidos que echaremos en dos veces por lo que empezaremos y terminaremos por los ingredientes secos.
Dividimos la masa en tres moldes cuidando de echar exactamente la misma cantidad para que los bizcochos salgan del mismo tamaño todos.
Horneamos durante 25 minutos o hasta que al pincharlos con un palillo, éste salga completamente limpio.
Colocamos los moldes sobre una rejilla y esperamos al menos 10 minutos antes de desmoldarlos boca abajo para que queden bien planitos por ambos lados. Dejamos que se enfríen completamente durante 45 minutos.
Envolvemos individualmente cada bizcocho en film transparente y los dejamos unas horas en la nevera para que la masa y los sabores se asienten y también para facilitarnos el proceso de rellenado y cobertura de la layer cake.
Del cream cheese frosting o crema de queso:
Batimos juntos la mantequilla y el azúcar glass tamizado hasta conseguir una mezcla esponjosa y que haya blanqueado. El proceso dura aproximadamente 3/4 minutos.
Añadimos entonces el queso hasta que se incorpore completamente.
Añadimos la vainilla incolora y el colorante blanco (en el caso de que queramos que la crema de queso quede más blanca).
Batimos un minuto más hasta que quede todo perfectamente incorporado.
Tapar y dejar en la nevera al menos dos horas antes de utilizarla para rellenar y cubrir nuestra layer cake.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Como os he dicho antes, podeis poner toda la masa en un mismo molde pero que ha de ser alto, o como he hecho yo, en tres moldes pequeños desmoldables de 18 cm. (la dimensión depende de lo grande que quieras hacer la tarta.) Los moldes los compré en Megasilvita.
El colorante que yo he utilizado es el Red Red de Wilton.
Para asegurarte de que pones exactamente la misma cantidad de masa en cada uno de los tres moldes, puedes ayudarte de una cuchara de helado para llenarlos y así saber cuánto pones en cada molde. La cuchara te servirá también a la hora de rellenar la tarta ya que conviene que pongas la misma cantidad de crema de queso en cada piso.
Empieza poniendo bastante cantidad de crema de queso para cubrir la tarta, ya que si empiezas con poco es casi seguro que arrastres muchas migas y no te quedaría tan bonito el resultado. Ayudate de una espátula metálica para repartir bien la crema por toda la tarta.
Y ahora si……………………………..CHAN TA TA CHANNNNNNNNNN………..La ganadora del sorteo es:
!!!Gema Garcia!!!! ENHORABUENA Gema
Podeis ver aquí el enlace del sorteo: https://basicfront.easypromosapp.com/winners/view/147896/template/?fb_page_id=415287151931229