Mis hijos hacía mucho tiempo que me la pedían y al final se la he preparado
INGREDIENTES
Para el bizcocho
-300 gr de harina de trigo
-2 huevos L
-300 gr de azúcar
-120 ml de aceite de girasol
-2 cucharaditas de extracto de vainilla
-2 cucharadas de cacao en polvo
-250 ml de leche
-2 cucharaditas de zumo de limón
-1 cucharadita de bicarbonato de sodio
-2 cucharaditas de vinagre blanco
-1 cucharadita de colorante en pasta rojo.
Para el frosting:
-400 gr de queso philadelphia
-100 gr de mantequilla
-250gr de azúcar glas
ELABORACIÓN
Para hacer el bizcocho empezar preparando un buttermilk casero, mezclando el limón con la leche. Dejar reposar durante unos 10 minutos.
En un bol, batir los 2 huevos hasta que espumen un poquito.
Añadir el azúcar y seguir batiendo un minuto aproximadamente.
Añadir el aceite y el extracto de vainilla y mezclar.
Tamizar la harina y el cacao a la vez y mezclarlo con la mezcla anterior.
Añadir el buttermilk, sabremos que está listo al ver que se han formado unos grumitos en la leche.
Mezclar a velocidad baja.
Disolver el bicarbonato de sodio con el vinagre para activar el bicarbonato y verterlo sobre la masa.
Y para conseguir un rojo intenso utilizar el colorante Red Extra de Sugarflair (con otros colorantes necesitaréis más cantidad sin obtener ese rojo tan intenso)
Una vez la masa esté lista, verterla en dos moldes de 20 centímetros de diámetro desmoldables previamente engrasados con spray anthiadherente y hornearlo a 165º.
Una vez horneados, dejar reposar unos 10 minutos sobre una rejilla.
Para el frosting batir la mantequilla a temperatura ambiente hasta que blanquee, y añadir el azúcar glas tamizado.
Cuando estén integrados, añadir el queso philadelphia y batir.
Para montar la tarta, primero nivelar los dos bizcochos.
Sobre una base de cartón poner un bizcocho, poner crema, el otro bizcocho y cubrirlo todo de una fina capa de crema que hará de tapamigas.
Dejar enfriar en la nevera.
Poner una generosa capa de crema y con la ayuda de una espátula ir alisándolo.
En la parte superior de la tarta, con la ayuda de una manga pastelera, hacer unas montañitas con el frosting.
Con los restos de bizcocho que nos han sobrado al nivelarlos, rallarlos y espolvorear por encima y el contorno inferior de la tarta.
Una delicia!