En algunos países, las algas marinas están completamente asimiladas en la dieta por su alto valor nutritivo. Los islandeses, japoneses y alemanes ya se han dejado fascinar por los beneficios que aporta al organismo introducir estas plantas en su alimentación diaria. Al contrario de lo que pudiera parecer, cada vez es muy fácil adquirir estos productos: normalmente se dispensan en forma de algas secas, en tiendas especializadas en dietética, de alimentación natural y herboristerías.
Propiedades y consumo
Las algas marinas destacan por su alto poder nutritivo y su escaso contenido en grasa y calorías. Además, son depurativas y antioxidantes, poseen fibra, y algunas de ellas una cantidad muy elevada de proteínas. También hay especies que aportan cinco veces más de hierro que vegetales terrestres.Se adquieren en las tiendas con un envase hermético, normalmente secas, por lo que hay que hidratarlas antes de su consumo. Al remojarlas, incrementan bastante sus dimensiones. El tiempo de cocción y la forma de
cocinarlas varían de una especie a otra. Por ello, es aconsejable leer bien las instrucciones de los envases donde se venden.
Las más consumidas
Se suelen clasificar en función de la tonalidad que tengan en algas azules, pardas y rojas. Aquí destacamos las que más se emplean en nuestra cocina:Nori: deliciosa como acompañamiento de alimentos fritos. Suave y deliciosa para acompañar ensaladas o enriquecer caldos. Rica en proteínas y vitamina A.
Nishime Kombu: su forma es de tiras largas y anchas y es muy rica en potasio y yodo. Muy aconsejable para usar con legumbres y verduras. Tiene un potente sabor que hace que se use también como sustituto de las pastillas concentradas de caldo de verduras.
Arame: es de color oscuro intenso y posee un sabor delicado. Es rica en yodo y calcio.
Iziki o Hijiki: muy rica en vitamina B12, calcio y hierro, esta planta es esencial para enriquecer la dieta de los vegetarianos estrictos. Aunque su sabor es muy fuerte y su apariencia no muy atractiva, se puede combinar bien con la remolacha o la zanahoria. Se suele tomar como guarnición o en ensaladas.
Wakame: es una excelente fuente de queratina y de ácido fólico. Su sabor hay quien lo asemeja al de las avellanas. Cruda es perfecta para las ensaladas, aunque como guarnición también son una excelente opción.
Dulse: posse grandes cantidades de proteínas y minerales. Su delicado sabor la hace adecuada para muchas recetas, por lo que es una de las más apreciadas.
Lechuga de mar: aporta mucho hierro y nutrientes esenciales para el cuidado de la vista. En cocina destaca por su versatilidad, puesto que tiene un aroma intenso y un sabor dulce. En salsas para pastas aporta un toque muy especial.
Agar-agar: se comercializa en formato polvo para diluirse en agua. Se solidifica y se puede emplear como gelatina, por lo que es un buen espesante y muy nutritiva. Por su alto contenido en fibra es un excelente regulador del tránsito intestinal.
Todas ellas pueden dar mucho juego en la cocina tanto de veganos como de los que no lo son. Eso sí, se recomienda introducirlas en la dieta poco a poco para irse haciendo a su textura y diferente sabor.
Recetas con algas
Pan de cebolla y algas
Merluza rellena de gambones y algas wakame
Sopa de miso
Judias azuki con sofrito de verduras
Albóndigas de mijo y algas
Fideuá con pimiento rojo, alga komnu y cúrcuma