Tuvimos ocasión, en el el último Festival Vadefoodies, de probar un pan de algas que presentó Xevi Ramon de Triticum en su ponencia sobre la cultura del pan. Quedamos sorprendidos y aquí está nuestra propia versión, en la que seguiremos trabajando.
Un apunte: es perfecto por ejemplo, para un bocata de pescado blanco frito o a la plancha con un poco de tomate y aceite de oliva ... ya se me está haciendo la boca agua!
Ingredientes
500 de harina de fuerza
400 g de harina de trigo
250 g de masa madre
12 g de sal
5 g de levadura fresca
20 g de algas marinas
Preparación
Para empezar la aventura hemos utilizado alga Wakame deshidratada de producción gallega, pero con intención futura de jugar con otras variedades.
Triturar lo más fino posible las algas secas. A continuación mezclarlas con la harina. ( Otra opción seria triturar las algas, remojarlas, y escurrirlas antes de incorporarlas a la masa).
En la amasadora, poner la harina con la sal y la masa madre, mezclar e incorporar seguidamente la levadura desmenuzada y el agua, reservando un poco para añadir al final si nos hace falta.
Mezclar a velocidad baja hasta que toda la harina se incorpore al agua. Este es el momento de añadir el resto de agua si fuera necesario.
Amasar durante 10 minutos a velocidad media, hasta conseguir una masa fina, que tendrá que superar la prueba de la membrana.
Una vez amasada convenientemente retirar del vaso mezclador y formar una bola. Aceitar un bol y poner la masa a hacer el primer levado, tapada con un trapo limpio o con film transparente. Dejar reposar entre hora y hora y media, dependiendo de la temperatura de la habitación. Cuando haya aumentado el volumen, volcar la masa sobre la encimera ligeramente enharinada y desgasar. Formar ahora las piezas que queramos, en nuestro caso dos barras.
Colocar las piezas en la bandeja de hornear, forrada con una hoja de papel de horno
Precalentar el horno a 220º y poner una bandeja a calentar al mismo tiempo.
Espolvorear los panes con harina y hacer los cortes de rigor con ayuda de una cuchilla o cuchillo afilado. Tapar y dejar reposar otra media hora aproximadamente. Volverán a aumentar de volumen.
Introducir en el horno para la cocción. Al mismo tiempo poner unos cubitos de hielo en la bandeja caliente que hemos introducido mientras se precalentaba, así se incorpora vapor para que se haga una corteza crujiente.
Mantener a 220º durante 15 minutos, después retirar la bandeja con agua y seguir cociendo el pan a 190º durante 35-40 minutos más. Estarán listos cuando la corteza esté tostada y la suela suene a hueco.
Retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
Si te gusta el mundo del pan, encontrarás más propuestas en La Panadería del blog (hacer clic aquí)