Rebanadas perfectas para tus sandwiches preferidos!
Ingredientes
2 c/s de pipas de calabaza
2 c/s de pipas de girasol
6 c/s de mezcla de semillas (lino dorado y marrón, amapola, sésamo negro y blanco)
2 c/s de chía
100 g de masa madre*
450 g de harina integral de trigo
500 g de harina integral de espelta
600 ml de agua
12 g de levadura fresca
14 g de sal
* Si no dispones de masa madre puedes sustituirla por 50 g de harina, 50 ml de agua y 8 g de levadura fresca.
Utilizamos un molde rectangular de 33x12x12 con tapa, pero también puede utilizarse un molde abierto, en este caso la cara superior se abombará y tendrá una silueta diferente y divertida.
Preparación
En una sartén al fuego tostar la mezcla de semillas junto a las pipas de calabaza y girasol. Colocarlas en un molinillo y triturarlas ligeramente. Con estos dos procesos, tostado y triturado, conseguiremos que liberen todo su sabor y que sus nutrientes sean mejor absorbidos por el organismo.
Mezclar en la amasadora, con el accesorio en forma de gancho, las harinas, la levadura lo más desmenuzada posible y la masa madre, ir incorporando el agua sin parar la amasadora poco a poco. Seguidamente añadir la sal y seguir amasando durante 5 minutos más o menos. Pasado este tiempo añadir las semillas tostadas y seguir amasando hasta que se integren. Por último añadir las semillas de chía y amasar hasta que se incorpore bien.
Poner un poco de harina en la encimera, sacar la masa de la máquina y darle unos pliegues con las manos enharinadas. Hacer una bola y ponerla en un recipiente someramente aceitado dejándola reposar tapada con un trapo limpio y húmedo, hasta que doble su volumen (una hora más o menos).
Aceitar el molde rectangular por todo el interior y colocar en la base una capa de la mezcla de semillas crudas.
Cuando la masa haya levado, colocarla otra vez en la encimera enharinada, desinflar la bola ligeramente, doblar a lo largo un tercio de masa hacia el centro, luego el otro lado hacia el centro y también los dos extremos. Colocar con los pliegues hacia abajo dentro del molde, tapar y dejar levar por segunda vez.
Precalentar el horno a 220º.
Cuando el horno alcance la temperatura poner el molde con la masa. Al cabo de 15 minutos bajar la temperatura a 190º y poner el temporizador a 35 minutos. Comprobar la cocción del pan y si es necesario añadir unos minutos mas. Si nos gusta una superficie tostada, retirar la tapa en este punto.
Cuando esté cocido, sacar del horno, dejar reposar 5 minutos y desmoldar. Colocar el pan sobre una rejilla hasta que se enfríe completamente.
Si os gusta andar con las manos en la masa, os dejo algunos panes para que os animéis a probarlos, os gustaran :) (hacer clic en el nombre para ver la receta)
Pan de pagés aromatizado con olivas negras, tomates, tomillo y romero
Pan de algas marinas
Fougasse con bacon y tomates secos
Pan blaa