La calabaza en Halloween

La calabaza es una verdura que inunda los huertos en el otoño. Extendida por todo el mundo, es utilizada en la cocina para elaborar multitud de recetas, a las que aporta un toque dulce y multitud de nutrientes. Pero, además, se ha convertido en el elemento decorativo por excelencia de una fiesta propiamente otoñal: Halloween. Si bien esta es una tradición típica de América y otros países europeos, se ha implantado con fuerza en nuestro país uniéndose a la festividad de Todos los Santos.

 

Una historia muy antigua

El origen de la calabaza lo encontramos en América hace unos 5000 años. Los colonizadores españoles aprendieron a cultivarla en su contacto con los nativos y fueron los que la introdujeron en España, desde donde después se extendió a otras zonas de Europa con un clima propicio para su producción. Las variedades que han surgido desde entonces son múltiples: de cuello torcido, espaguetti, de cabello de ángel, bellota, etc.  

Aunque se han encontrado restos arqueológicos que demuestran que se usaba la cáscara de calabaza para hacer utensilios, su uso ha sido tradicionalmente culinario. Este vegetal aporta nutrientes y vitaminas muy beneficiosos para nuestro organismo. Entre las vitaminas destacan la C y la A. Ésta última se obtiene de la transformación que nuestro organismo hace de los carotenos y que ayudan a prevenir, por ejemplo, el desarrollo de cáncer.

 

Además, tiene un alto contenido en agua y un aporte calórico muy bajo, por lo que junto con el potasio que también presenta, la hace ideal para evitar la retención de líquidos. También es muy apropiada para la regulación del tránsito intestinal por la fibra que contiene. Es un alimento que reduce considerablemente la sensación de hambre, lo que la convierte en un alimento muy recomendable para las personas que están a dieta.

 

Una fiesta terrorífica

La fiesta de halloween ha convertido a la calabaza en un símbolo universal. En este caso es empleada como elemento decorativo. Generalmente se vacía y se talla en la misma unos ojos y una boca de aspecto tenebroso. Después, se ilumina colocando una vela en su interior. Aunque esto es una costumbre muy arraigada, muchos son los que aún desconocen el porqué del uso de este vegetal para este cometido.  

La leyenda de Halloween cuenta que Jack O¿Lantern, un ciudadano irlandés bebedor y estafador, vendió su alma al diablo en varias ocasiones para después engañarle con el fin de que no se la arrebatara. El día que Jack murió, al no poder entrar en el cielo por sus malas acciones, fue mandado al infierno, de donde el diablo le expulsó, siendo obligado a vagar por un camino oscuro. La única ayuda que Jack encontró fue un carbón encendido que el diablo le lanzó y que escondió dentro de un nabo para que no se le apagase.

 

Los habitantes de las islas británicas antes de la conquista del Nuevo Mundo celebraban el día de Todos los Santos (all hallow¿s eve) poniendo velas dentro de nabos ahuecados para ahuyentar a los malos espíritus. Cuando emigraron a tierras americanas, descubrieron la calabaza y se dieron cuenta de que era mucho más grande y era más fácil de vaciar, lo que la convirtió en lo que hoy es: la estrella de la fiesta de Hallowenn.

 

Recetas con calabaza

 

Calabaza rellena (Cedida por Mia 3)

Ingredientes

  Brócoli,
 Espinacas ,
 Puerro,
 Col,
 Clabaza,
 Cebolla,
 Harina,
 Leche,
 Ajo, Perejil,
 Mantequilla,
 Queso azul,
 Sal y Pimienta. Elaboracion

Se vacía la calabaza y se reserva. Se cortan las verduras en pedazos y se cuecen en agua con sal. Mientras, se pica cebolla y se añade a la bechamel que se preparará con leche y harina. Una vez cocidas las verduras, se escurren y se las añade queso azul. Se introduce la mezcla en la calabaza y se envuelve en papel de aluminio untado con mantequilla y espolvoreado con ajo, perejil y pimienta. Por último, se mete en el horno y se deja cocinar durante 45 minutos.

Puré divertido (cedida por Silbiguay)

Ingredientes

  Calabaza,
 Patatas,
 Judías verdes,
 Sal,
 Pimienta,
 Mantequilla. Elaboracion

Se cuecen las verduras con sal, pimienta y un poco de mantequilla. Una vez cocinadas, se baten cada una por separado y se pasan por un pasapurés. Presentar con formas divertidas jugando con los colores verde, blanco y naranja.