Este risotto es muy típico en el norte de Italia, en el que combinando la humilde calabaza con el arroz que cultivan, han creado un plato de un sabor enormemente delicado... Ademas, en el se emplea una técnica que antes desconocía, que consiste en sellar los granos de arroz tostándolos ligeramente en una sartén antes de incorporarlo a la receta, lo que equivale a cuando lo incorporamos al sofrito y lo tenemos ahí un par de minutos. Esto es así porque si lo echásemos directamente en un medio tan húmedo como el de la calabaza cocida, no conseguiríamos impermeabilizar el grano y la cocción sería muy distinta...
Ingredientes para dos personas:
- 160 gr. de arroz arborio o carnaroli (si no encontrais, podeis usar bomba, aunque no queda igual).
- 1 litro de caldo de verduras.
- 25 gr. de mantequilla.
- 40 gr. de parmesano.
- 1 cebolla.
- 300 gr. de calabaza.
- 10 cl. (una copa) de vino blanco seco.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- 4 hojas de menta fresca, mas un par de brotes para decorar.
- Sal.
- Pimienta negra.
Poned una cazuela a fuego medio con el aceite y la cebolla bien picadita y una pizca de sal. dejad que se poche durante 10 minutos.
Mientras, poned a calentar el caldo de verduras y cortad la calabaza en pequeños dados de mas o menos medio centímetro de lado.
Pasados los diez minutos, echad la calabaza en la cazuela junto a la cebolla y rehogadla un par de minutos. Seguidamente, cubrid con el caldo caliente la cebolla y la calabaza (solo cubridlas, no echéis demasiado caldo), subid un poco el fuego y dejad que cueza durante 20 minutos, hasta que la calabaza esté bien tierna y cremosa.
En una sartén aparte, a fuego medio alto y sin nada de grasa, echad el arroz y dejad que se tueste un par de minutos, removiendolo un poco para que todos los granos se tuesten por igual.
Añadid entonces a la sartén el vino blanco y removed hasta que este se reduzca. Entonces, agregad el arroz a la cazuela con la calabaza y removed bien. Comenzad entonces a añadir de uno en uno cucharones de caldo caliente mientras dais vueltas con una cuchara para que el arroz vaya soltando el almidón. Es muy importante que dejéis que se evapore el liquido antes de añadir cada uno de los siguientes cucharones de caldo.
Este tipo de arroz tarda unos 15 minutos en estar listo, y debe de quedar un poco al dente, así que os recomiendo probarlo a los diez minutos de que haya empezado a cocer, para comprobar el punto y decidir cuanto le falta. Ahora es el momento de corregir la sal, que en mi caso no fue necesario ya que el caldo ya le daba el punto salado necesario. Añadid pimienta negra recién molida a vuestro gusto.
Cuando el último cucharón de caldo se haya evaporado es el momento de mantecar. Retirad la cazuela del fuego y añadid la mantequilla mientras dais vueltas con la cuchara para ayudar a que se funda y se integre. Haced lo mismo con el parmesano, ralladlo por encima y remover de nuevo bien.
Repartid la mitad del risotto en cada plato y terminad con un poco de menta fresca picada por encima...