El tiempo me pasa volando y cuando quiero darme cuenta el fin de semana está encima. También es cierto que mi hija estuvo enferma casi toda la semana y entre fiebres, jarabes, toses y médicos se me pasaron los días volando. Normalmente intento ponerme unos días de publicación fijos pero que queréis que os diga, por una cosa u otra al final lo tengo que posponer. Eso es lo que me ha pasado estos días, quería poner una receta de tartar porque bien se lo merecía aparecer en el Blog , pero surgió la gran idea de poner recetas sanas y no pude negarme a preparar algo sencillo, rápido y perfecto como primer plato, como acompañamiento de un buen entrecot o pescado o como fantástica cena con la unión de un huevo pochado o huevo flor.
En mi casa el arroz siempre es bien aceptado, da igual si es blanco para servir un arroz a la cubana, como si es en paella, ensalada fría o con champis salteado...se lo comen de cualquier forma.
Quizá sólo en sopa no les mola tanto, pero si hablamos mucho durante la cena y pongo un segundo bueno se lo comen sin decir ni mu .
El que os traigo hoy es un simple risotto con un delicioso, apetitoso y precioso color verde. Si os fijáis bien en la foto se puede ver hasta el humito que desprendía y su consiguiente fantástico olor...embriagada estaba mientras disparaba la foto!. Estoy convencida que cuando veis alguna revista de cocina con esas fotos tan alucinantes os habéis preguntado cómo córcholis consiguen esos tonos verde bosque fosforito tan intenso??? Pues yo ya lo sé jajaja. ..bueeenoooo vale ahora os lo cuento. Es realmente una chorrada pero sale a la primera. Consiste en licuar o incluso más fácil , triturar bien hierbas aromáticas con un poco de agua y ponerlas al final de la preparación de la receta. Sin tanto calor no se oxidan las hierbas y mantienen ese precioso color verde en el plato. Fácil verdad? Y si encima esas hierbas vienen de vuestras propias macetas ya ni os cuento lo bueno que puede salir. Ya tengo a pleno rendimiento mi mini huerto en el jardín. Es trabajo pero bien merece el esfuerzo. Este año he vuelto a probar de plantar berenjenas, la última vez no sé muy bien que pasó pero de un día a otro la planta paso de estar enorme, preciosa, con muchas berenjenas y cargada de flores a marchitarse y quedarse seca y consumida. Para mí que el dichoso gato del vecino se meó en mi querida planta !!! No puedo decir que no me gustan los gatos porque mi hija puede enfadarse conmigo, pero entre nosotras, no puedo con ellos. Se liman las uñas en mi verja, en el banco de madera, me dejan sus "regalitos" por todas partes, tienen muy mala leche y no son precisamente la alegría de la huerta que digamos, ....yo soy más de perros. Qué se le va a hacer, tiene que haber de todo en la viña del Señor, habrá quien los gatos sean lo más y quien cómo yo prefiera a los perros, o quién prefiera los conejitos o como George Clooney que le chiflan los jabalís vietnamitas....aunque me da que con la palo de escoba con la que se ha casado, habrá dejado " sin querer" la cancela de la finca abierta y vete tú a saber en qué parrilla o que chorizos habrán hecho de la pobre mascota!!! A esta chica tan "fisna" no la veo yo sacándolo a hacer sus necesidades por el jardín jajaja jajaja. Venga vamos a por la receta.
INGREDIENTES
* 1 chalota grande
* 1 diente de ajo
* 500g arroz Carnaroli
* 1,8l de caldo de ave Gallina Blanca
* 75g mantequilla
* 75g queso parmesano
* 100g hierbas aromáticas ( perejil, albahaca, salvia, estragón)
* aceite de oliva virgen extra, sal
ELABORACIÓN
1. En un vaso batidor mezclar las hierbas bien limpias con 120ml de agua. Hacer un puré y reservar.
2. Con un par de cucharadas de buen aceite de oliva virgen extra pochar la chalota y el diente de ajo bien picados a temperatura media. Cuando adquieran color unir el arroz y dejar dorar durante cinco minutos. En ese momento ir incorporando poco a poco el caldo de ave caliente, ir removiendo sin parar, cuando se haya absorbido los dos primeros cucharones de caldo, ir incorporando más, remover y así hasta terminar con todo el líquido. Apagar el fuego y en ese momento unir la mantequilla troceada, el queso parmesano y el puré de hierbas, mezclar bien hasta que el arroz quede bien cremoso. Rectificar de sal y servir.
Una receta sencilla, fácil, con gran aporte de hidratos de carbono de lenta absorción, de antioxidantes y minerales gracias a las hierbas aromáticas y del fantástico sabor del caldo de ave, qué se puede pedir más? Que os aproveche!!
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