Hay recetas que sin querer al probarlas te transportan a la infancia, a esa época sin preocupaciones, sin problemas, dónde todo era fácil, diversión, risas , juegos y una vida genial. No quiero decir con esto que ahora todo sea un desastre pero se encuentra a faltar la ilusión con la que se vivían en aquellos años de pura inocencia y dónde todo era nuevo y se estaba tan abierto al descubrimiento y a disfrutar de la vida. Ahora todo es diferente, ni mejor ni peor, pero si un tanto más complicada, vamos adquiriendo dos mil y una responsabilidades a nuestras espaldas y cualquier día de éstos y sin querer os digo yo que vamos a acabar doblados y sin poder enderezarnos. Por eso, intento dentro de mis posibilidades aunque sea unas horas al día hacer todo aquello que me aporte una alegría, una satisfacción... ( todos aquellos de mentes calenturientas que ya os estáis poniendo la peli de 50 sombras y buscando nuevas posturas que se me centren por favor!!! jajajajaja) me refiero por ejemplo a leer un buen libro ( después de Sant Jordi tengo como seis libros pendientes de empezar!), un paseo por el bosque, hacer fotos de rincones especiales, buscar nuevas recetas y pensar que atrezzo voy a utilizar para obtener fotos geniales ( otra cosa es conseguirlo al final jajaja, pero la intención es lo que cuenta no?) ver a los amigos, tomar un café o té con ellos y charlar y no parar de reír...ahora que ya más de uno y de dos está metido de lleno en dietas de adelgazamiento con la dichosa llegada del buen tiempo ( por desgracia yo soy una de ellas bufffff que pereza!) reírse resulta que es adelgazante jajajaja así que os quiero a todos a carcajada limpia, así sí que es un placer hacer deporte!!
Cuando hace unos días puse la foto de ésta receta en instagram mi hermana pequeña me comentó la de recuerdos que le traía la receta. Alguna vez lo he comentado en el blog pero hay pocas cosas que no me gusten a nivel culinario, una es la sopa con pasta , sólo el olor me repugna y se me revuelve el estómago, la otra son los merengues puagggg y la tercera es el típico potaje de cuaresma elaborado con garbanzos, espinacas y bacalao. Es que no puedo con el dichoso plato! La gracia del tema es que esos tres ingredientes por separado me chiflan, me encantan, pero me los juntas y me puedo pasar una semana abrazada a la taza del wc sólo recordando su olor. Si me odias ya sabes que me tienes que preparar jajajaja. Así que cuando vi el anunciado de la receta que iba a preparar uno de mis cocineros mediáticos preferidos se me arrugó el entrecejo y los morros. Imposible que Enrique Sánchez del programa Cómetelo me prepare el dichoso potaje! Pero como siempre me dejó con la boca abierta con su receta, sencilla, de toda la vida, tradicional y con una pinta buenísima. Así que aprovechando que mis padres han estado en casa unos días pensé que era el mejor momento para prepararla y la verdad es que a todos nos encantó. Si la rematas con un huevo flor o pochado coronando el plato, te marcas una cena en un abrir y cerrar de ojos. Me gustaría dedicar ésta receta a una buena amiga que hoy está pasando por el "mecánico" para dejarle el hombro en su sitio y niquelado, así, para el verano nos podrá mostrar toda una coreografía de zumba en su jardín jajajajaja Manu va por ti guapa!!
INGREDIENTES
* 1kg espinacas frescas
* 1 bote de garbanzos cocidos
* 4 rebanadas de pan
* 4 dientes de ajo
* 2 cucharadas de Pimentón dulce Las Hermanas
* 1 cucharada de comino
ELABORACIÓN
1. Limpiar las espinacas y ponerlas a cocer en agua hirviendo durante unos 3 minutos. Escurrirlas bien pero reservar el agua de cocción.
2. Freír las rebanadas de pan y los dientes de ajo enteros y pelados, colocar una vez fritos en un mortero con la base cubierta de sal, majar bien, unir el pimentón y el comino, seguir majando, unir 3 cucharadas de vinagre y mezclar bien. Unir un par de cazos del agua de cocción de las espinacas, desliar bien y reservar.
3. En una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra saltear las espinacas cocidas bien escurridas, unir el majado y los garbanzos bien enjuagados. Dejar sofreír bien durante 5 minutos, si nos queda muy seco ir uniendo poco a poco el agua de cocción reservada. Servir con unos bastones de pan y un huevo flor.
Fácil, nutritiva, tradicional, sana...que más se puede pedir? Que os aproveche!!!