125 ml de leche
125 ml de agua
100 grs de mantequilla
50 grs de azúcar
15 grs de levadura fresca (o un sobre de levadura en polvo) de panadería.
650 grs de harina de fuerza
3 huevos
pizca de sal
Para el relleno:
200 grs de cabello de ángel
60 grs de mermelada de melocotón o albaricoque
Para el glaseado:
150 grs de azúcar glas
1 o 2 cucharadas de zumo de limón
Elaboración:
Calentamos el agua con la leche y la mantequilla hasta que ésta se derrita. Dejamos enfriar.
Cuando la mezcla esté tibia, añadimos la levadura y 1 cucharada de azúcar, revolvemos y cubrimos con papel film durante diez minutos.
Ponemos la harina, la sal y el azúcar restante en un cuenco grande, hacemos un hueco en el centro de la mezcla y vertemos la leche tibia. Añadimos los huevos batidos y mezclamos hasta formar una masa y boleamos. En este paso conviene amasar 5 minutos y dejar reposar la masa otros 5-7 minutos (así se irá desarrollando el gluten), repetimos este paso dos veces y tendremos una masa estupenda.
Ponemos la masa en un cuenco aceitado, la cubrimos con papel film y dejamos reposar entre una hora y media y dos horas hasta que haya crecido ostensiblemente.
Cuando la masa haya levado, la pasamos a una superficie de trabajo y desgasificamos suavemente sobre la superficie enharinada.
Extendemos la masa y formamos un rectángulo de aproximadamente 40 x 30 cm.
Cubrimos el rectángulo con el cabello de ángel y sobre este unos pegotes aleatorios de mermelada.
Enrollamos la masa yendo hacia el extremo contrario como si fuese un brazo de gitano. No es necesario que se enrolle muy apretada.
Con un cuchillo afilado cortamos los rollos.
Los colocamos en un molde forrado en el fondo con papel vegetal y untado de mantequilla por los laterales. Dejamos en reposo entre 30 y 60 minutos.
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo y colocamos la rejilla en la segunda guía del horno contando desde abajo y horneamos entre 25 y 30 minutos.
Retiramos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Hacemos un glaseado con la mezcla del azúcar glas y el zumo de limón hasta obtener una pasta espesita para glasear.
Glaseamos los bollos con una cuchara formando líneas irregulares.
Servimos.