Este roscón requiere menos tiempo de fermentación que la manera tradicional de hacerlo, pues no lleva masa madre, como veis os lo pongo más fácil para que no haya excusas y por supuesto está igual de bueno.
No hay por que esperar a Navidad para hacerlo, cualquier acontecimiento es bueno para elaborarlo, tenemos todos los ingredientes disponibles durante todo el año, bueno a no ser las frutas confitadas o escarchadas que igual son un poco más difíciles de encontrar, pero se puede prescindir de ellas...En casa gusta a todo el mundo.
Espero que os guste!!!
Ingredientes:
120 ml leche
15 gr. levadura fresca
2 huevos L
120 gr. azúcar
3 cdas agua de azahar
3 cdas Ron
Ralladura de naranja
Ralladura de limón
500 gr. harina de fuerza
Pizca de sal
120 gr. mantequilla a temperatura ambiente
Para decorar:
Un huevo para pincelar, azúcar humedecida con unas gotas de agua de azahar, almendra en cubitos o en láminas, fruta confitada o escarchada, azúcar perlado...
Preparación:
Templamos la leche unos segundos en el micro y la ponemos en el bol de la amasadora, añadimos la levadura desmenuzada, removemos hasta que la levadura se disuelva por completo. Batimos un poco los huevos y los añadimos a la mezcla, mezclar nuevamente hasta que se integren por completo.
Ahora añadimos el azúcar, el ron, el agua de azahar y las ralladuras de naranja y limón mezclar bien.
Incorporamos el harina y la sal, mezclamos, durante 10 minutos
Seguidamente, añadimos la mantequilla que teníamos reservada a temperatura ambiente mientras se sigue amasando. Al principio parece que va a quedar demasiado pegajosa pero según va amasándose, va uniéndose todo y queda una masa lisa y suave. Amasamos otros cinco o diez minutos.
Pasado ese tiempo sacamos la masa a la encimera y hacemos una bola. La ponemos en un bol, que previamente hemos engrasado con aceite de girasol, lo tapamos con film y dejamos en un lugar cálido de la cocina hasta que doble el volumen, unas dos horas. Pasado ese tiempo habrá crecido bastante.
Sacamos la masa otra vez a la encimera y la amasamos bien unos minutos sólo para quitarle el aire, para ello echamos un poquito de aceite en nuestra mesa de trabajo y en nuestras manos, hacemos una bola, aplanamos un poco y con el dedo vamos haciedo un agujero en el medio. Vamos formando el roscón con las dos manos con el agujero del centro bien amplio para que al cocer no encoja demasiado y se cierre. Lo colocamos en la bandeja, que tendremos preparada con papel de horno, y lo dejamos levar de nuevo.
Cuando haya doblado su volumen (aproximadamente una hora y media), encendemos el horno a 180º C para que se vaya calentando. Mientras, lo pincelamos con el huevo batido y decoramos el roscón con la fruta confitada o escarchada, laminas de almendra o granillo, azúcar perlado y azúcar humedecido con unas gotas de agua de azahar o lo que os apetezca..
Metemos al horno ya caliente unos quince minutos hasta que esté dorado. Al sacarlo lo pondremos a enfriar en la rejilla del horno para que no se humedezca la parte de abajo por el calor.
Rellenamos como más nos guste y sino tal cual. En casa nos gusta con nata (crema de leche).
Rico, rico...!!!
FUENTE: " pasen y degusten "