Ingredientes:
270 gr. de harina integral,
70 gr. de azúcar,
60 gr. de manteca,
40 gr. de aceite de oliva suave,
120 gr. de vino dulce,
1 cucharada de vainilla,
40 gr. de sésamo,
Ralladura de 1/2 limón,
1 cucharadita de canela,
100 gr. de azúcar glas,
100 gr. de chocolate de cobertura.
Empezamos poniendo en una sartén el sésamo crudo a fuego medio durante unos minutos. Hay que remover continuamente hasta que esté tostado. Notaremos que lo está porque empieza a tomar tonos dorados y ocres y empiezan a saltar y a salirse de la sartén. Podríamos saltarnos este paso y comprar el sésamo ya tostado pero, nosotros recomendamos tostarlo en casa, es sencillo y su sabor es mucho más potente. Cuando esté listo, retiramos del fuego y reservamos.
Ponemos en un bol amplio la manteca y aplicándole un poco de calor hasta que esté líquida. Añadimos al bol el aceite y después la ralladura de medio limón (recordad, solo la parte amarilla). Añadimos también el azúcar, la cucharada de vainilla, la cucharilla de canela, el sésamo ya tostado y removemos todos los ingredientes hasta que estén integrados.
Añadimos la harina y removemos, primero con una cuchara de madera y por último con las manos. Debemos obtener una masa dura y densa.
Estiramos esa masa con un rodillo, entre dos papeles de horno (papel vegetal), y la dejamos de unos 2 o 3 centímetros de grosor.
Con un cortador de galletas o un molde de emplatar cortamos el exterior de los roscos y después les hacemos el agujero con un descorazonador de manzanas, un molde de canutillos o cualquier otro utensilio que nos sirva para hacer el agujero central. En vez de amasar de nuevo los agujeros, los iremos guardando para hornearlos después.
Vamos colocando en la placa de hornear los roscos, dejando algo de espacio entre ellos porque crecen un poquito, y los introducimos en el horno precalentado a 180 º C durante 12 – 15 minutos.
Cuando los roscos estén tibios los pasamos por azúcar glas.
Cuando acabemos de hornear nuestros roscos, es el momento de hornear la masa de los agujeros que habíamos ido reservando. Bastará con meterlos 3 o 4 minutos en el horno. Cuando estén fríos los agujeros, los iremos bañando en el chocolate al que habremos aplicado calor en el microondas hasta que esté suficientemente líquido. Dejamos que la cobertura de chocolate seque y endurezca.
Podemos guardar los roscos en una lata de metal durante muchos días, y los agujeros también, pero tenemos que tener la precaución de meterlos en una bolsita antes para que no se nos manchen con el azúcar glas de los roscos.
Servir los roscos en una bandeja adornados con los agujeros cubiertos de chocolate.