Ya estamos en plena época carnavalera y es que esta fiesta tan temprana este año depende de la Semana Santa y coincide además en la semana de San Valentín.
Siempre me gusta elaborar alguna receta de otro país que me atraiga su historia. Si hay un país muy ligado al carnaval es Italia. Las primeras celebraciones de Carnaval se hacen en el país transalpino. Los romanos ya celebraban las antiguas fiestas saturnales de donde procede en las que se suprimían las diferencias sociales. Roma y Venecia son ciudades precursoras de esta celebración con desfiles y máscaras.
En esta época de distensión y libertad antes del recogimiento a partir del Miércoles de Ceniza que da paso a la Cuaresma, se elaboraban también alimentos ricos en grasas y gran variedad de dulces. Las delicias típicas suelen ser fritas y, además de las famosas chiacchiere con versiones en todas las regiones o las famosas fritelle vénetas, hay elaboraciones tan vistosas como estas Rosas de Carnaval.
Su origen es campano, de la zona de Nápoles, con vino y licor en la masa además de toque avainillado que coronamos con mermelada de fresa. Si hay una región italiana con gran tradición repostera y con gran variedad es la campana, de la que iré ampliando información más adelante.
Desde que vi estas rosas fritas me fascinaron porque adoro las flores y me pareció un buen momento para celebrar estas fiestas de coplas gaditanas que vivimos en este momento, con la final de agrupaciones mañana en el Gran Teatro Falla. Su forma de flor da un poco de romanticismo a San Valentín que lo tenemos a la vuelta de la esquina junto a la tradición italiana propia de la receta. Una mezcla algo ecléctica pero muy especial que encaja a la perfección.
Es una masa muy parecida a la de nuestros pestiños y además de mermelada se pueden acompañar de crema pastelera o miel, que sería su versión más clásica.
¡Pasamos a la receta!
Ingredientes: para 12-15 flores
- 250 grs. harina de fuerza
- 1/2 cdta. levadura química
- 1 huevo
- 20 grs. azúcar glass
- 30 ml. vino blanco
- 30 ml. amaretto
- 1 bolsita azúcar vainillado
- 25 grs. mantequilla fundida
- Mermelada de fresa
- Azúcar glass para decorar
Preparación:
Comenzamos mezclando todos los ingredientes a mano o en robot. Amasamos unos 10 minutos hasta obtener una masa lisa y homogénea. Recuerda a la de pestiños.
Llevamos a la nevera unos 30 minutos envuelta en papel film.
Estiramos muy fina con rodillo o máquina de hacer pasta. Hacemos discos con 3 cortadores de distinto tamaño. Haremos 8 cortes en los bordes en el más grande, 6 en el mediano y 4 en el pequeño. Superponemos mojando el centro con un poco de agua para que pegue mejor sin que coincidan los cortes. Hacemos presión en el centro con nuestro dedo.
Freímos a temperatura media del revés primero, flor hacia dentro, luego giramos hasta que esté dorada. Las hice de una en una para evitar que se rozaran. Así se abrirá bien nuestra flor.
Secar con papel de cocina. Esperamos a que enfríen un poco. Para decorar, espolvoreamos con azúcar y decoramos con mermelada
Decoramos con las servilletas Rose Chintz y las Gold Fucsia de Renova
Podemos conservarlas en un recipiente hermético un par de días, pero lo ideal es consumirlas en el mismo día. Son ideales como merienda acompañadas de un buen café o bebida caliente. Creo que no resistiréis a probar sólo una...
¿Qué te ha parecido la receta? ¿Has hecho alguna vez algo parecido? En España tenemos las flores fritas de carnaval, que se hacen con un molde metálico en la sartén y son muy típicas también en Semana Santa en provincias como Extremadura o Castilla La Mancha. Sería lo más parecido en cuanto a forma porque la masa es bien distinta. Las flores italianas son más estilo pestiño, que ligada a la influencia española que hubo en Nápoles siglos atrás, no me extraña nada esta conexión tan especial.
Cualquier motivo es ideal para florecer y quiero que todos lo hagáis este mes de febrero. Apreciemos esos momentos únicos y especiales que nos ofrece la vida y llenemos nuestra de mesa de delicias que la endulcen.
¡Feliz Carnaval!
Vuelvo muy pronto con una receta que os va a encantar. Pista: lleva chocolate...y mucho!!!
Maribel García