Creo que hay tanta variedad de rosquillas como gustos. Casi siempre las hacemos fritas porque son las que nos enseñaron nuestras madres, que a su vez les enseñaron las suyas. Ahora gracias a los hornos podemos hacer unas rosquillas más suaves, menos pesadas, con menos caloría. Porque hay que cuidar el colesterol, sin privarnos de comer sano. Como veréis, estas son para comer sin preocuparnos demasiado, pero con moderación.
Ingredientes
300 gr de harina tamizada o cernida
1 sobre de levadura o polvo de hornear
175 gr de azúcar
3 huevos
75 ml de aceite de oliva
45 ml de anís
Para el glaseado
1 clara de huevo
1 cucharada se anís
85 gr de azúcar glas
Una pizca de sal
Preparación
Precalentar el horno a180º
Batimos los huevos con la azúcar, el aceite y el anís, cuando este todo bien mezclado vamos añadiendo la harina mezclada con la levadura poco a poco la harina y amasamos hasta que nos quede una masa suave y no pegajosa, Si se pega la masa envolveros las manos con harina. Puede que necesitéis más harina, pero añadirla poco a poco para que no os quede dura. Recordar masa blanda, rosquillas blandas-
A continuación hacer unas bolitas, meter el dedo para darle forma redonda. Las vais poniendo en una bandeja con papel de horno. Hornear unos 20 minutos a 180 º, calor arriba y abajo, no pongáis el aire por os quedaran secas.
Mientras de hornean hacer el glaseado. Batir la clara a punto de nieve, cuando casi este añadir el azúcar y seguir batiendo. Cuando esté bien firme añadir el anís.
Cuando estén horneadas, sacar del horno y en la misma bandeja pincelar por arriba con el merengue y meter al horno apagado pare que este caliente, para que se seque el glaseado dejar enfriar.
Y buen provecho!!!!