El tomate es una de las verduras que más me gusta, pero la salsa me vuelve loca, soy capaz de comerla sola, a cucharadas.
La salsa de tomate de compra también es muy rica y práctica, se puede utilizar para cualquier emergencia, pero la casera le da un sabor más rico a cualquier plato. Si un día no tienes mucha hambre y decides cenar unos huevos revuelto, le añades esta salsa y parece que estás comiendo cualquier delicia.
INGREDIENTES:
1 cebolla
1 pimiento rojo
5 tomates muy maduros
aceite de oliva
sal gorda
azúcar
ELABORACIÓN:
En una sartén, ponemos a pochar la cebolla y el pimiento, cortados en trozos medianos, en cuanto empiecen a coger color la echamos los tomates y rehogamos, para que se mezcle todo bien.
Cuando el tomate haya soltado casi todo el agua, añadimos la sal y un par de cucharadas de azúcar.
Pasamos todo por el pasapuré, nunca con la batidora, ya que cogería una textura distinta y un color anaranjado por batir el aceite.
CONSEJOS ÚTILES:
El tomate natural le da mucho sabor a la salsa, pero no color. Si quieres, puedes usar tomate pelado o triturado de lata, que le dará más color.
El azúcar es para quitar la acidez del tomate, por lo que se usará al gusto de la persona.