Yo hago un salsa de tomate muy básica, únicamente uso tomates, aceite de oliva, sal y azúcar. Me gusta que la salsa tenga un gusto a tomate pronunciado, si en alguna ocasión me apetece variar su sabor, le agrego un poco de orégano o albahaca. No añado ajos o cebollas, esos ingredientes combinan muy bien con el tomate, pero los incluyo en otras versiones de la salsa. El tomate frito no solo vale para acompañar pastas y pizzas, también es un ingrediente básico en la preparación de salsas y platos más elaborados. Yo, por ejemplo, adiciono tomate frito en algunas salsas con verduras, en los huevos revueltos y en las patatas guisadas, quedan deliciosos!
Si les apetece probar esta salsa, les recomiendo que elijan tomates tipo pera bien maduros y rojos, estos aportan menos acidez que otras variedades. La cantidad de azúcar de la receta puede variar, todo depende de la acidez de los tomates que usen y de sus gustos. Recuerden que me pueden encontrar en facebook. Los invito a visitar mi blog --> Los Antojos de Clara.
Ingredientes para 900 ml de salsa:
2 kilos de tomates pera maduros
120 ml de aceite de oliva virgen extra
2 cucharaditas de sal
1 ½ cucharadas de azúcar
Preparación:
Lavamos muy bien los tomates, les quitamos los pedúnculos y las hojitas que pudieran tener. Hecho esto, los rallamos y desechamos las cáscaras. En una olla grande con paredes altas calentamos el aceite de oliva, vertemos la pulpa de tomate rallada, removemos y cocinamos a fuego medio-bajo hasta se evapore gran parte del líquido de los tomates y la salsa se torne espesa. Les recomiendo que tapen la olla para prevenir que las salpicaduras manchen la cocina, pero no hay desentenderse de la salsa, debemos removerla ocasionalmente con una cuchara de madera para evitar que se agarre al fondo de la olla.
El tomate frito estuvo en su punto después de cocinarse lentamente por 65 minutos, en mitad del tiempo cocción lo sazoné con 2 cucharaditas de sal y agregué el azúcar casi al final de la cocción, en este caso adicioné una cucharada y media de azúcar. Como les dije antes, la cantidad de azúcar puede variar, es mejor probar la salsa cuando esté lista para corregir la sazón a nuestro gusto. Finalmente, colamos el tomate frito, algunas veces me he saltado este paso, pero si deseamos un acabado fino, hay que colar la salsa a conciencia. En el colador solo deben quedar semillas y restos de piel, toda la pulpa debe pasar por el colador. Ahora ya podemos dar buena cuenta de nuestra salsa de tomate. Recuerden que pueden congelar la salsa que no vayan a consumir en el día.
Hasta pronto!!