Hoy un plato de guisantes muy facilito pero a la vez delicioso. Cuando mi amiga Merche me trajo una bolsa llena de guisantes recién cogidos pensé en hacerlos de varias formas, aunque la falta de tiempo me hizo prepararlos de la forma más sencilla, y realmente la sencillez del plato no le quita mérito. Los guisantes eran de un tamaño considerable y además riquísimos incluso crudos. He aprovechado para gastar los gambones que me quedaban de Navidad y así ir despejando mi congelador...
INGREDIENTES:
Un buen puñado de guisantes a ser posibles frescos
10 o 12 gambones
Jamón cortado en taquitos
2 o 3 huevos
Un diente de ajo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
PREPARACIÓN:
En una olla con abundante agua con sal cocemos en agua hirviendo los guisantes durante unos 7 minutos, para dejarlos al dente y no pierdan ese color verde tan bonito. En una sartén antiadherente (la mía la Magefesa Edición Chicote) ponemos un fondo de aceite de oliva virgen extra, añadimos los gambones un par de minutos, junto con el ajo picadito, en ese momento añadimos los guisantes y salteamos durante unos minutos, rectificando de sal y pimienta. Por último añadimos el jamón troceado, y le damos unas vueltas más.
Mientras, preparamos los huevos poché o escalfados. Para ello en una taza o vasito ponemos papel film que sobresalga por arriba, engrasamos el papel film pintándolo con un poco de aceite de oliva virgen extra, cascamos el huevo que lo añadimos y ponemos un poco de sal. Cerramos el paquetito y cocemos en agua hirviendo durante unos cuatro o cinco minutos. Sacamos y abrimos el paquete con cuidado. Servimos los guisantes y encima el huevo.
Tengo la suerte de que a mi hija Laura los guisantes le encantan desde pequeña, así que estos platos le entusiasman. Espero que a vosotros también.
Feliz miércoles.
Lidia.
Fuente: este post proviene de Atrapada en mi cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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