Existen lepiotas muy tóxicas, pero todas aquellas que tengan un sombrero mayor de diez centímetros se pueden comer sin riesgo a ser intoxicados.
Ingredientes:
- Setas: macrolepiotas (más conocidas como parasoles).
- Aceite.
- Harina.
- Huevo.
- Sal.
- Alioli(opcional).
Elaboración:
Lo primero es limpiar con mucho cuidado la seta, se lavan, se les quita el pie o tallo completamente, se limpian un poco las escamas superiores y en la parte baja se le quitan las láminas que son blandas, por lo que salen con facilidad. Esto hay que realizarlo con cuidado para que la seta no pierda su carne, así como su forma original. Las podéis cortar en diferentes pedazos o si las tenéis entera, como ha ocurrido en mi caso, la podéis dejar entera que quedará mucho más vistosa en el plato.
Saláis la seta, la pasáis por el huevo y por harina, una vez por cada uno de los platos, aunque en otras recetas os he aconsejado dar varias pasadas, en este caso no, ya que así conservaréis en mayor medida el sabor de la seta.
Luego las ponéis a freír en aceite y cuando la tengáis unos cuantos minutos y veáis que el rebozado ya está dorado las sacáis. Si tenéis gran cantidad de setas ir cambiando el aceite, ya que si no se os puede quedar negro y darle un gusto malo a la seta, lo que es una pena, porque ya veréis como os sorprende el sabor de este manjar, e incluso si tenéis invitados y no se los servís en forma de seta, les costará adivinar lo que es.