El shortbread es un tipo de galleta tradicional, típica de Escocia. Se elabora sin levadura, con una parte de azúcar blanco, dos partes de mantequilla y tres partes de harina de trigo. Tradicionalmente, estas galletas se hacían con harina de avena.
Aunque el shortbread es originario de Escocia, es un tipo de galleta muy apreciado también en Irlanda, en todo el Reino Unido, en Dinamarca y en Suecia, donde se llaman drömmar.
Y como estamos en unos días en los que algunos tenemos puente, otro no, pero hay días festivos, te propongo hacer recetas con los más pequeños de la casa.
"Hay muchas recetas escocesas que necesitan shortbread en su elaboración. Esta receta es tan sencilla que los niños pueden ayudar. Si no encuentras la mantequilla salada de Fintan en tu tienda, compra la mejor que encuentres (o te puedas permitir). "
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
150 g de mantequilla
60 g de azúcar glas
200 g de harina normal
Preparación:
Como siempre, preparamos tanto los utensilios como los ingredientes que vamos a necesitar. Engrasamos y enharinamos una bandeja de hornear.
Introducimos la mantequilla y el azúcar en el vaso de un procesador de alimentos y mezclamos bien. Añadimos la harina y seguimos mezclando hasta obtener la masa.
Sacamos la masa del vaso del procesador de alimentos y la colocamos en la superficie de trabajo previamente enharinada. Aplanamos con un rodillo hasta que la masa tenga un centímetro de grosor. Yo suelo hacerlo con ayuda de un rodillo y unos palillos para que todas tenga el mismo grosor, aunque sean más finas.
Y ahora, es el momento de ser creativos, cortamos la masa con nuestros moldes favoritos. También podemos utilizar un vaso como hace Jenny Colgan.
Espolvoreamos un poco de azúcar por encima de las galletas y las metemos en la nevera, al menos media hora. De otro modo no se hornean bien.
Transcurrido este tiempo, precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
Sacamos las galletas de la nevera, las llevamos al horno a una altura media-baja y las horneamos durante 15 minutos o hasta que estén doradas y deliciosas.
Presentación:
Una vez que las galletas estén frías, las ponemos en un plato de presentación que colocamos en una bandeja y lo acompañamos con café.
Para terminar, os dejo con el texto donde se describe una situación parecida a la que hemos vivido Ma Petite Chloé y yo a la hora de hacer esta recta. ("Un amor de ida y vuelta", página 51):
"Agot tenía el famoso pelo de las selkies, plateado en la oscuridad. Además de preciosa, era una persona muy segura de sí misma. Hablaba siempre con la confianza de que lo que decía en cada momento era muy importante para todo el mundo. De vez en cuando, Flora se la quedaba mirando y se preguntaba por qué las niñas perdían esa característica al crecer.
Flora la levantó en brazos encantada.
―Hola, cariño.
―Está hecha un demonio. ¿Puedes distraerla, por favor?
―Tengo que probar una receta nueva―dijo Flora―. ¿Me ayudas, Agot?
―AGOT LO HACE!
―Puedes ayudarme.
―YO HAGO. TÚ AYUDAS."
Bon appétit!