Receta para hacer sopa de cebolla
Los orígenes de esta sopa no están del todo definidos, aunque lo que sí se sabe es que es una elaboración muy antigua, que se remonta, al menos, a la época medieval. Una versión de este plato aparece en el libro de cocina de Taillevent, "Le viandier", que data del siglo XIV. La receta inicial estaba compuesta por cebolla, caldo de carne y pan, ingredientes todos ellos de gran sencillez con los que se trataba de combatir las épocas de hambruna. Posteriormente, se incorporó el queso rallado obteniéndose así un plato más sustancioso.
La sopa se hizo popular en París durante el siglo XIX, donde se comenzó a crear la costumbre de tomar algo caliente bien entrada la madrugada en los pocos sitios que aún permanecían abiertos a esas horas, y que se solían situar en las inmediaciones del mercado central de mayoristas llamado Las Halles. A pesar de que el mercado cerró definitivamente durante la segunda mitad del siglo XX la costumbre de tomar sopa de cebolla, lejos de desaparecer, se extendió y fue incorporado a las costumbres culinarias de toda Francia.
En el continente europeo el frío lleva haciendo mella desde hace semanas, por ello, se hace necesario combatir las bajas temperaturas a través de la alimentación, elaborando platos que aporten a nuestro cuerpo una buena dosis de calor que nos ayude a mantener nuestra temperatura. En estas fechas resultan idóneas elaboraciones como un buen consomé casero, o como la receta de sopa de cebolla que os proponemos hoy.
Si queréis poner la guinda a este plato os sugiero que elaboréis en casa el pan que hace falta para esta receta. En nuestra sección de pan casero podéis encontrar recetas muy interesantes con las rematar esta sopa de cebolla, como la de nuestras baguettes con masa madre.Vídeo de la Receta
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Ingredientes [Cantidad / Para XX personas]:
Cebolla - 5 unidades
Rebanadas de pan - 10 unidades
Caldo de carne - 1 litro
Mantequilla - 50 gramos
Aceite de oliva - 30 ml
Ajo - 2 dientes
Sal - al gusto
Pimienta negra - al gusto
Harina de trigo - 2 cucharadas
Queso rallado - 100 gramos
Coñac - 15 mlElaboración de la Receta
Lo primero que vamos a hacer es pelar las cebollas y cortarlas por las mitad. A continuación, partimos estas mitades en finas láminas, tipo juliana. El tipo de corte es muy personal, pero a mí me gusta cortarlas de este modo porque luego es más fácil coger una buena cucharada de cebolla. Si las picamos finamente, el resultado será muy parecido, pero la textura de la sopa será algo distinta. Intentaremos elegir cebollas dulces, para que al caramelizarlas aporten un sabor único a nuestro plato.
Pelamos y picamos finamente el diente de ajo.
En una olla de fondo grueso, ponemos a calentar el aceite y la mantequila. Es importante elegir ingredientes de calidad. Personalmente me he decantado por un aceite de oliva suave, para que su sabor no reste demasiado protagonismo a la cebolla.
Una vez que la mantequilla se ha fundido con el aceite, añadimos a la olla el diente de ajo, las cebollas laminadas, un poco de sal y pimienta negra. Cocinamos a fuego medio-bajo hasta que las cebollas adquieran un tono ligeramente dorado. Es importante llevar cuidado en este punto, y no subir demasiado el fuego para que la cebolla no se nos queme.
Una vez que la cebolla está bien transparente, añadimos a la olla la harina y mezclamos para que ésta se reparta lo más uniformemente posible.
A continuación, vertemos el coñac y volvemos a mezclar.
Añadimos el caldo de carne y mezclamos. Cocinamos, a fuego suave, durante 20 minutos removiendo de vez en cuando.
Mientras la sopa se va haciendo, cortamos las rebanadas de pan y las tostamos. Podemos hacerlo poniéndolas en una bandeja para horno y haciendo uso del grill, o también podemos tostarlas por tandas en una tostadora.
Una vez que tenemos el pan tostado, pelamos un diente de ajo y lo restregamos sobre la miga de cada rebanada. Reservamos.
Rallamos el queso y reservamos.
Cuando la sopa está lista, la servimos en una taza o tazón, ponemos dentro una rebanada de pan, hundiéndola un poco en la sopa, y, sobre el pan, esparcimos un poco de queso rallado.
Por último, y justo antes de servir, gratinamos en el horno el queso hasta que se funda.
Servimos de inmediato.
Anotaciones y Consejos
Como he mencionado en los pasos de la receta, la elección de buenos ingredientes, y de cebollas dulces, es clave para obtener una sopa de calidad. No obstante, en el mercado hay numerosos tipos de cebolla, por lo que os sugiero que probéis a hacer esta deliciosa sopa con distintas variedades, así como distintos tipos de aceite y mantequilla. Experimentar con los ingredientes, y las técnicas, es la mejor forma de dar con el plato que más se adapte a nuestros gustos.