Hoy os traemos una receta bien calentita ideal para templar el cuerpo estos días de frío. Una sopa de cebolla francesa que, por lo que hemos leído, se hizo famosa en París en el S.XIX para la gente que quería tomar algo a altas horas de la madrugada. Vamos, el equivalente a nuestra sopa de ajo y el chocolate con churros que te tomas al volver de fiesta en Nochevieja.
No me miréis así, ¿acaso ninguno ha ido a alguna cotillón de Fin de Año en el que pagabas un riñón y que, además de la barra libre, incluía sopa? Bueno, o supuestamente porque yo nunca la llegué a ver y ya no os digo probar? ;)
Esta sopa de cebolla se puede tomar sola o servirse de manera tradicional con pan y queso Gruyère gratinado encima. Eso sí, cuando la hagáis, tened preparado un pañuelo porque el disgusto al cortar la cebolla está asegurado.
Una receta muy sabrosa y fácil de preparar. Y, por qué no, genial como entrante para estos días de fiesta. O aún mejor, para tenerla lista para cuando lleguéis a casa en Año Nuevo, ¿os animáis?
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Sopa de Cebolla
Tiempo de preparación:
Tiempo de cocinado:
Tiempo total:
Raciones: 4
Ingredientes...
3 cebollas blancas grandes (para que sean dulces).
2 cucharadas soperas de mantequilla.
1l de caldo. Puede ser de pollo, verduras o carne, el que prefiráis.
1 chorrito de brandy.
1 cucharada sopera de harina.
Sal, pimienta.
Pan.
Queso Gruyere rallado.
Con las manos en la masa...
Picamos las cebollas en tiras finitas (juliana) y las reservamos.
Derretimos la mantequilla en una olla y, a continuación, le añadimos la cebolla junto con un poco de sal. La sal hará que la cebolla se ablande antes.
Cocinamos la cebolla a fuego muy bajo hasta que esté transparente removiendo de vez en cuando y teniendo cuidado de que no se dore. Si veis que se queda seca, podéis echar un poco más de mantequilla. Este proceso tarda unos 20 minutos.
Cuando la cebolla esté hecha, echamos la harina y removemos para deshacerla.
A continuación, incorporamos el chorrito de brandy y cocinamos un par de minutos para que se evapore el alcohol.
Añadimos el caldo que hayamos escogido y dejamos que el conjunto se cocine durante otros 10-15 minutos.
Por último, cogemos el plato en el que vayamos a servir la sopa y colocamos una o dos rebanadas de pan (si es del día antes queda perfecto), servimos la sopa, espolvoreamos el queso rallado por encima, gratinamos en el horno y ¡a comer!
Notas...
Si lo preferís, a la hora de emplatar, se puede presentar también echando primero la sopa, a continuación la rebanada de pan tostada y por encima el queso gratinado ¡delicioso!
3.2.2885