Pero dejadme, como siempre, que os cuente primero un poco su historia:
Los sorbetes fueron los primeros postres helados de la historia, puesto que los helados con crema o leche, no aparecieron hasta entrado el siglo XVIII.
Sorprendentemente, los primeros sorbetes se remontan al año 2.500 a.C.
Los chinos fueron pioneros en su elaboración, y se decantaban principalmente por la canela como aromatizante.
En Bagdad, los califas, llamaban a los sorbetes sharbets, que eran una especie de refrescos hechos con nieve y zumos de frutas.
Alejandro Magno mandaba elaborar sorbetes para sus tropas, al igual que hacía el emperador Nerón, que ordenaba traer nieve desde las recónditas montañas albanesas y de los glaciares para poder servir un refrescante sorbete a sus invitados.
En España, durante el reinado de Carlos V, se elaboraban sorbetes con nieve traída de las montañas, lo que propició la aparición del oficio de nevero. Estos sorbetes, estaban hechos con una mezcla de nieve, miel y frutas.
Marco Polo se encargaría de introducir en su Italia natal el método chino, que les posibilitó congelar estos preparados helados. Hasta 1651 no se inventaría el helado, que a diferencia de los sorbetes, sí incorporan elementos grasos que ayudan a mejorar su untuosidad y palatabilidad.
La mandarina, protagonista de este sorbete de mandarina, proviene de algunas zonas tropicales de Asia.
El nombre, muy probablemente, esté dado por el color de los trajes que llevaban los Mandarines, que eran los gobernantes de la antigua China.
Esta deliciosa fruta no se introdujo en Europa hasta el siglo XIX, dando lugar al sorbete con mandarina.
Cómo hacer sorbete un delicioso sorbete de mandarina
Es una preparación realmente sencilla, llena de sabor y especialmente refrescante para los tórridos días de verano.
Tradicionalmente, se ha servido como entremés, ya que ayuda a limpiar el paladar y estimular el apetito.
Nunca falta en las bodas, pero también podemos prepararlo en casa como postre o merienda.
A menudo, se suele enriquecer con un alcohol; cava o champán.
Ingredientes:
Mandarinas 1 kg.
Cava Brut Nature 150 ml.
Azúcar 150 g.
Limón 1 unidad
Claras de huevo 4 unidades
Pizca de sal
Elaboración:
La receta no podía ser más sencilla. Comenzaremos pelando y exprimiendo las mandarinas, con lo que deberíamos obtener aproximadamente unos 600 ml. de zumo. En caso de contar con una procesadora de alimentos o licuadora, podríamos incorporarlas directamente y obtendríamos un zumo con más cuerpo, por la fibra disuelta en el mismo.
Del mismo modo, pelaremos y exprimiremos el limón. Verteremos el zumo en un cazo, y lo pondremos a fuego mínimo. Añadiremos el azúcar, y lo disolveremos en el zumo. Lo retiraremos del fuego e incorporaremos el cava. En caso de que no queramos ese golpe alcohólico, lo podríamos hervir para evaporar el alcohol, aunque el resultado no sería el mismo.
Mezclaremos ambas preparaciones, y las batiremos con un túrmix, o preferiblemente, con una Thermomix. Colaremos el resultado y lo dispondremos en un cuenco. Refrigeraremos durante al menos 2 horas. Entretanto, iremos montando las claras a punto de nieve. En un bol bien limpio, y con las claras a temperatura ambiente, las batiremos con una pizca de sal.
Para conseguir el punto de nieve adecuado, es preciso que contemos con unas varillas eléctricas, aunque también podríamos solucionarlo con una varilla manual, pero debemos tener en cuenta que tendremos que invertir bastante tiempo y poner mucho empeño, para que el resultado sea óptimo. Rescataremos de la nevera el sorbete e incorporaremos en el mismo bol las claras montadas.
Batiremos de nuevo, preferiblemente con unas varillas eléctricas, hasta obtener una mezcla espumosa, muy aireada. Lo taparemos con papel film y lo mandaremos al congelador por no menos de 2 horas. Durante este tiempo, y cada 30 minutos, sacaremos el sorbete del congelador y volveremos a batirlo, hasta completar un total de 4 veces en las 2 horas.
Como sugerencia de presentación, os propongo colocarlo en una copa, y adornar con alguna rodaja de limón, un poco de la piel rallada con el microplane o, incluso, un poco de azúcar en el borde de la copa, escarchando el borde de la misma. Para esta técnica, muy vistosa y empleada en coctelería, rociaremos el borde de la copa con zumo e impregnaremos el azúcar.
El cava puede sustituirse completamente por agua mineral.
Como habéis visto, se puede disfrutar de un maravilloso sorbete, sin necesidad de ningún utensilio, aunque unas varillas eléctricas son baratas y facilitarán mucho el trabajo. Como curiosidad, en hostelería suelen utilizar un aparato llamado Pacojet, que sin duda facilita hasta el extremo el trabajo, pero que vale varios miles de euros. Salvo que quieras hacer decenas de sorbetes al día, no es necesario en absoluto y el resultado casero no tiene nada que envidiar al conseguido con un Pacojet.
En cualquier caso si te gusta hacerte habitualmente tus sorbetes, una opción muchísimo más económica y que igualmente te puede ahorrar mucho trabajo podría ser la heladera Ninja que te servirá además para hacerte helados y batidos.
¡Buen provecho!
Puedes ver la receta Sorbete de mandarina así como otros muchos postres caseros en la web de MEJOR POSTRE.