Esta receta de hoy va dedicada a una persona seguidora de mi blog,que conocí hace poco tiempo, con la cual suelo charlar a veces y que aunque no la he visto personalmente, tan sólo por su forma de ser y expresarse, por su forma de pensar y saber estar, merece mi amistad y apoyo.
Esta persona se dedica a la educación y hace unos días quitó un símbolo religioso en el colegio público donde imparte sus clases. Evidentemente tuvo sus consecuencias y no muy buenas. Y ahora mi reflexión es la siguiente, ¿¿cómo en un colegio público existe un símbolo religioso (sea cual sea la religión) cuando la Constitución Española en su Art. 16.3 declara un estado aconfesional?? Es decir, y para decirlo más claro, "ninguna confesión tendrá carácter estatal".
Juzguen ustedes si debe haber un crucifijo en un colegio público donde pueden convivir españoles de diversas religiones en la misma clase.
Y bueno después de tanta seriedad, un chistecito de curas para dar un poco de humor a la receta.
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Perdóneme porque he pecado (Voz femenina).
- Dime, hija, ¿cuáles son tus pecados?
- Padre, el demonio de la tentación se apoderó de mí, pobre pecadora.
- ¿Cómo es eso, hija?
- Es que cuando hablo con un hombre tengo sensaciones en el cuerpo que no sé como describirlas...
- Hija, por favor, que también soy un hombre...
- Sí, padre, por eso vine a confesarme con usted.
- Bueno hija, ¿y cómo son esas sensaciones?
- No sé cómo explicarlas. Por ejemplo, ahora mi cuerpo se rebela a estar de rodillas y necesito ponerme más cómoda.
- ¿En serio?
- Sí, quiero relajarme y quedarme tendida...
- Hija, ¿tendida cómo?
- De espaldas al suelo, hasta que se me pase la tensión...
- Y qué más?
- Siento como que tengo un sufrimiento que no le encuentro acomodo.
- ¿Y qué más?
- Como que espero un poco de calor que me alivie...
- ¿Calor?
- Calor, padre, calor humano, que lleve alivio a mi padecer...
- ¿Y cuán frecuente es esa tentación?
- Permanente, padre. Por ejemplo, ahora me imagino que sus manos sobre mi piel me darían mucho alivio...
- ¡Hija!
- Sí, padre, perdóneme, pero me urge que alguien fuerte me estruje entre sus brazos y me dé el alivio que necesito...
- ¿Por ejemplo yo?
- Por ejemplo, usted es la clase de hombre que imagino me puede aliviar.
- Perdóname , hija mía, pero necesito saber tu edad...
- Setenta y cuatro, padre.
- ¡Ay, hija, vete en paz y no jodas; que lo tuyo es artritis!...
Y ahora la receta:
Ingredientes:
150gr. Spaghettis (Yo he utilizado integral con fibra)
150gr. Nata (crema de leche) para cocinar.
50gr. Bacon
1 Hot Dog
Orégano
Sal de Ajo
Cayena en polvo
Aceite de Oliva Virgen Extra Hojiblanca.
1.- Ponemos agua a hervir, con un poco de aceite y sal.
2.- Cocemos los spaghettis según tiempo del fabricante.
3.- Escurrimos y reservamos.
4.- Con un poco de aceite moreamos el bacon, con una pizca de orégano, ajo en polvo, la cayena y sal gorda.
5.- Troceamos el hot dog y lo agregamos al bacon cuando esté hecho.
6.- Ahora sumamos la nata (crema de leche) y removemos para que coja sabor. Dejamos a fuego lento unos 3 minutos.
7.- Ponemos los spaghettis en el plato dejando un hueco en el centro.
8.- Añadimos la guarnición y decoramos con orégano espolvoreado.
9.- Remover todo antes de comer.
10.- Picará pero gustará....
Fuente: este post proviene de La cocina de Oliva, donde puedes consultar el contenido original.
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