La forma de hacerlos es muy sencilla y mejora con creces cualquier pasta comercial que podáis comprar.
Para hacer un par de generosas raciones necesitaremos únicamente los siguientes ingredientes:
2 huevos
200 gr. de harina
Una pizca de sal
Veréis como se trata de una receta muy, pero que muy sencilla. Lo único que os puede frenar de hacerla son los tiempos de descanso de la masa.
Lo primero que haremos será poner todos los ingredientes en un bol, y con las manos (bien limpias) iremos mezclando hasta que la masa no se nos pegue en las manos. Cuando lo consigamos, haremos una bola, la filmaremos y la pondremos a descansar en fresco (en la nevera, por ejemplo) unos 30 minutos.
Pasado este tiempo, procederemos a estirar la pasta. Para hacerlo, si no disponéis de una máquina (como es nuestro caso), estiraremos la masa usando el rodillo. Para facilitar las cosas, repartiremos la masa en cuatro partes y para cada una de ellas la estiraremos bien usando el rodillo hasta conseguir una lámina bien fina.
Cuando la tengamos cortaremos la masa a lo largo a tiras de 3 o 4 milímetros, y los iremos reservando extendidos en la encimera para que se sequen durante casi media hora.
Dos raciones de pasta artesanal
Y ahora solo os faltará escoger una buena salsa (os proponemos por ejemplo, una pesto o una amatriciana), hervir esta pasta durante unos 12 minutos, servir y disfrutar.
¡Buen provecho!