Nos encantan los dulces. No podemos remediarlo, y es que tanto Carmen como yo, no entendemos una comida en la cual no haya un postre para finalizarla. Es una parte mas de la comida que no podemos dejar de lado y nuestro lema es (como se llamaba el programa de televisión) que siempre hay que dejar hueco para el postre. Acabar una comida con una buena pieza de fruta o macedonia, o en ocasiones mas especiales, un trozo de tarta o de bizcocho debe de ser imprescindible.
Por este motivo, cuando nos invitan a comer, nuestra primera idea para llevar a la casa indicada, suele ser un postre. Puede ser una tarta, o galletas, o macarons... hay muchas opciones, pero siempre pensando que no falten platos para finalizar la comida, y sabiendo que los dulces son una tentación a la que muy pocos pueden resistirse, creemos que no hay mejor elección.
Con estas, la tarta coco-piña que hoy os presentamos, fue preparada para una ocasión en la que fuimos invitados y decidimos probar a hacerla. Para ser sinceros, hay que admitir que quizá esta tarta no está entre las favoritas de Carmen, pero no por que estuviera mala, o porque nos quedara mal la presentación, sino simplemente porque el coco no es precisamente su ingrediente favorito. Pero quitando está opinión (pero ojo, que también la gustó mucho pese a que el coco era una de los ingredientes principales), al resto les encantó (incluido a mi), y tal fue su éxito que no dejamos ni un trozo en el molde. Debido a esto, es por lo que la foto de presentación que vais a ver, no es quizá la mas bonita que hemos presentado, pero como se acabó tan rápido, no tuvimos mas posibilidades de realizar mas fotos..jejeje.
Vamos a comenzar ya con la elaboración de la tarta. No es complicada en exceso, pero si entretenida. Sin embargo, veréis que finalmente el resultado merece la pena completamente, y una vez que la probéis, os olvidareis del tiempo que habéis empleado y solo pensareis en cuando será la próxima vez que la realizareis. Todos a por los delantales y a las cocinas!
Ingredientes (8 personas - Molde pequeño):
1 paquete de galletas Maria Dorada (nosotros necesitamos usar 9-10 galletas mas para no quedarnos cortos)
135 gr de mantequilla
190 gr de queso crema
3 yogures griegos naturales
200 ml de nata (crema de leche) para montar
6 cucharadas de azúcar
25 gr de coco rallado
4 hojas de gelatina
100 ml de leche
1 sobre de gelatina sabor piña
5 rodajas de piña + 1 para decorar
Un poco de almíbar de la lata de piña
Preparación:
Primero, trituraremos las galletas hasta formar polvo con ellas, que no queden trozos grandes.
Derretiremos la mantequilla y la uniremos a las galletas, mezclando bien hasta formar una pasta con ellas. Lo distribuiremos sobre el molde, aplastando bien con una cuchara hasta formar la base de la tarta sobre todo el molde (sobre todo, aseguraos que queda bien prensado por los bordes, para que después no se salga al verter la mezcla). Lo meteremos a la nevera mientras preparamos el resto.
Batiremos la nata (crema de leche) con un poco del azúcar hasta montarla completamente (con cuidado de no batirla en exceso y que se nos corte). Reservamos.
Vamos hidratando las hojas de gelatina en un vaso con agua fría.
En un bol, juntamos el queso crema, el resto del azúcar y los yogures griegos y batimos hasta que todos los ingredientes se hayan mezclado bien. Echaremos el coco rallado y continuamos batiendo.
Calentaremos un poco la leche y disolveremos en ella las hojas de gelatina previamente escurridas del agua. Removemos con una cuchara para que no queden grumos y esta se disuelva correctamente en la leche.
Verteremos la leche sobre la mezcla que teníamos en el bol, y continuamos batiendo hasta que tengamos una mezcla homogénea.
En este momento, echamos la nata montada (crema de leche) que teníamos en el bol, y con movimientos envolvente y despacio para que no se baje, iremos uniendo la nata (crema de leche) junto con el resto de ingredientes. Continuaremos moviendo hasta que no veamos trazas de la nata (crema de leche) y comprobemos que ya tenemos todos los ingredientes bien mezclados.
Vertemos nuestra preparación sobre la base que teníamos en la nevera en el molde y lo volvemos a dejar en el frigorífico unas horas (2-3) hasta que se endurezca.
Cuando tengamos la tarta preparada y comprobemos que ya es consistente, empezaremos a preparar la cobertura: Ponemos en el vaso de la batidora las rodajas de piña troceadas, junto con un chorrito del almíbar de la lata. Batimos bien hasta no encontrarnos con trozos de piña (podemos pasarlo por un colador para que nos quede mas fino), y pondremos esta especie de puré en un cazo a fuego medio. Cuando veamos que comienza a hervir, vertemos el sobre de gelatina sobre el y con una cuchara, mezclaremos para que la gelatina se disuelva por completo. Retiramos del fuego, y con un cazo y despacio, echaremos este preparado de piña sobre la tarta que teníamos. Como opción de decoración, podemos poner una rodaja entera de piña en el centro de la tarta, o decorarla como mas os guste.
Volvemos a llevar a la nevera hasta que solidifique la cobertura (mejor de un día para otro), momento en el que desmoldaremos y servimos.Ya tenemos lista nuestra tarta coco-piña. Solo nos queda sacarla a la mesa y descubrir como todos se quedan impresionados por la presentación y por su increíble sabor.
Un saludo a tod@s y buen provecho!