Ingredientes:
Para la base :
4 huevos
125 azúcar
75 harina
50 almendra molida
Para la crema de café:
3 huevos
3 yemas
375 mantequilla
75 agua
200 azúcar
15 gr de café soluble
3 cucharadas de cacao en polvo
1 chorrito de licor de café
Para el glaseado:
180 de nata (crema de leche) 35% mat. Grasa
270 gr de azúcar
215 gr agua
90 gr cacao polvo
9 gr de gelatina en hojas
Elaboración:
Comenzamos haciendo nuestro base de la tarta y para ello separamos las yemas de las claras. Los huevos deben estar a temperatura ambiente.Batimos las yemas con el azúcar y por otro lado las claras a punto de nieve. Cogemos estas últimas y las vamos añadiendo a la mezcla de las yemas con movimientos envolventes, Reservamos.
Ahora tamizamos la harina y le añadimos el polvo de almendra. Agregamos estos dos sólidos a la mezcla anterior de los huevos en forma de lluvia y mezclando de nuevo con movimientos envolventes para que no se nos baje demasiado la masa.
Precalentamos el horno a 180 º C.
Luego la pasamos la mezcla una manga pastelera y escudillamos sobre papel sulfurizado que habremos colocado sobre una bandeja de horno. Cocinamos durante unos 6 a 8 min. o hasta que veamos que la placa de bizcocho nos coge algo de color. Debemos tener cuidado de que no se nos tueste demasiado ya que nos quedaría dura y seca por el interior.
Retiramos del horno y esperamos un poco. Todavía en caliente retiramos el papel y lo despegamos de la base. Reservamos.
Ahora continuamos con la crema de café. Mezclamos bien en un bol la mantequilla en pomada junto con el cacao en polvo y reservamos.
Por otro lado hacemos un almíbar calentando el agua y añadiendo después el azúcar y el café soluble. Mezclamos con las varillas y vamos removiendo continuamente. Esperamos que la temperatura nos llega a los 120 ª C.
Mientras en un bol batiremos con las varillas eléctricas los huevos y las yemas hasta que nos doble el volumen.
A esta mezcla de huevos le iremos añadiendo muy lentamente en forma de hilo el almíbar que habíamos preparado anteriormente y que como recordaremos debe estar a 120 ª C.(las temperaturas son importantes para obtener buen resultado). Esta operación la realizamos sin para de remover. Retiramos del fuego y seguimos batiendo hasta que se nos enfríe por completo.
Por último recuperamos la mantequilla que habíamos batido primeramente con el cacao y mezclamos al preparado anterior muy bien hasta conseguir un conjunto homogénea. Añadimos el chorrito de licor de café para acentuar más el sabor de nuestra crema y volvemos a mezclar. Introducimos en una manga pastelera en la nevera hasta el momento de utilizarla y con el fin de que se nos enfríe y coja más consistencia.
Vamos a montar nuestra tarta. Cogemos la plancha de bizcocho y la cortamos a medida presionando con el aro de nuestro molde desmontable. Colocamos el circulo de bizcocho resultante sobre la base del molde y encima vamos rellenando con la crema de café que teníamos en la nevera hasta conseguir la altura deseada de nuestra tarta. Alisamos la superficie con una espátula y dejamos enfriar en la nevera.
Mientras aprovechamos para preparar nuestro glaseado de chocolate brillante:
Lo primero que debemos hacer es tener la gelatina hidratada así que introducimos las hojas en agua fría que las cubran.
Luego llevamos al fuego en un cazo la nata (crema de leche). Una vez caliente añadimos el azúcar, el agua y el cacao en polvo. Seguimos calentando hasta que comprobemos con la ayuda de un termómetro que la temperatura nos alcanza los 105 º.
En ese momento ya podemos retirar del fuego y dejamos enfriar la mezcla hasta que nos baje a los 60 º C. que será cuando le echemos la gelatina bien escurrida. Mezclamos con las varillas enérgicamente para que se nos disuelva. Reservamos y dejamos que se vaya enfriando.Deberá llegar a los 30 º C es la temperatura idónea para utilizarlo.
Retiramos la tarta de la nevera. Sacamos el aro del molde desmontable y la colocamos sobre una rejilla. Vertemos el glaseado procurando que nos cubra de manera uniforme la superficie y los laterales. Si hace falta nos ayudamos con una paleta o espátula larga de pastelería. Volvemos a llevarla a la nevera o si queremos al congelador.
Descongelamos del congelador o retiramos de la nevera antes de servirla para que la consistencia y temperatura sean la más apropiada para degustarla.
En este caso nosotros la hemos decorado con unos adornos que realizamos con cobertura de chocolate blanco pero esto lo dejamos a vuestro elección.