Habré contado esta historia dos mil millones de trillones de veces... Creo que es genético eso de las mujeres contando su parto... Os ahorraré los detalles escabrosos, porque Nicolás llegó a este mundo sin hacer ruido, aunque armando un buen revuelo en un hospital escaso de personal justo a las once y media de la noche, mientras los Reyes estaban dejando los regalos en los zapatos de los niños buenos. Nicolás llegó a este mundo para curar el corazón roto de su mami, llegó a este mundo porque se empeñó en llegar. Y se empeñó en llegar la noche de Reyes aunque no estaba previsto que fuese así.
El regalo más bonito que recibí jamás en la noche de Reyes. Otros recibieron una tablet, un móvil nuevo, una bici, una consola... Yo tenía un muñeco redondito y pequeñito, con mofletitos rosados, que dio guerra desde el mismo momento en que nació. Porque además, Nicolás llegó a este mundo para poner nuestras vidas patas arriba, para revolucionar todo a su alrededor...
Las primeras palabras de su ya hermana mayor Lucía fueron "Que bonito es este bebé Nicolás, hay que quererlo mucho". Aquella niña de dos añitos lo acariciaba como si estuviese hecho de cristal, lo cuidaba como si fuese un tesoro...
¿Se puede desear algo mejor?Diez años cumple ya... El tiempo vuela... Pero, año tras año, mami sigue haciendo la misma tarta, la tarta de crema y chocolate, que popularmente se conoce como tarta de la abuela. La tarta de todas nuestras infancias. La tarta favorita del pequeño Nicolás. Cada año, eso sí, ponemos más velas... Y cada año, siento más vértigo al verlo crecer y convertirse en un hombrecito.
Es una tarta muy sencilla, sin horno, y deliciosa, qué os voy a contar, seguro que todos la habéis probado miles de veces. Si no os apetece preparar la crema pastelera siempre podéis utilizar algún preparado comercial de esos para preparar natillas. Pero yo os aconsejo infinitamente esta versión, más casera. Y llena de amor. De ese amor infinito de las madres.
Feliz cumpleaños Nicolás. Te quiero, hasta el infinito y más allá.
Tarta de crema y chocolate {de la abuela}
Ingredientes:
galletas, las que nos gusten, yo uso del tipo Chiquilín.
1/2 vasito de leche, para mojar las galletas.
Para la crema pastelera:
4 yemas de huevo.
1/2 litro de leche.
125 g de azúcar.
35 g de maizena.
2 cucharaditas de extracto de vainilla.
Para la ganache de chocolate:
200 g de chocolate {yo uso chocolate con leche}.
200 ml de nata (crema de leche) líquida para montar.
15 g de mantequilla.
2 cucharaditas de maizena.
Preparación:1. Preparamos la crema pastelera. Para ello ponemos a hervir la leche, de la que habremos reservado medio vaso, con el azúcar y la vainilla. Mientras se calienta, mezclamos bien la maizena con las yemas y la leche que habíamos reservado, hasta que no haya grumos.
2. Cuando la leche esté a punto de hervir, le añadimos despacito, fuera del fuego, la mezcla de yemas, sin dejar de remover. Volvemos a llevar al fuego y cocinamos a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que haya espesado lo suficiente. Vertemos en un bol, para que se vaya templando, y cubrimos la superficie con un papel film.
3. Preparamos nuestra ganache de chocolate. Para ello, ponemos a hervir la nata (crema de leche), de la que habremos reservado un poquitín, para disolver la maizena. Cuando esté a punto de hervir, retiramos del fuego, añadimos el chocolate y la mantequilla, y removemos hasta que el chocolate se haya derretido. Añadimos la maizena disuelta en un poquito de nata (crema de leche) y volvemos a llevar al fuego hasta que se haya espesado. Vertemos en un bol, cubrimos con papel film y reservamos hasta que se haya templado.
4. Para montar la tarta, vamos alternando capas de galletas ligeramente mojadas en leche, crema pastelera, galletas de nuevo, y ganache de chocolate; la cantidad de capas dependerá del tamaño de nuestro molde. Podemos utilizar un molde desmontable {hay que ser muy cuidadoso} o un molde bonito que podamos llevar a la mesa.
5. Reservamos en la nevera, preferiblemente hasta el día siguiente. Decoramos antes de servir, a nuestro gusto: confeti de azúcar, grageas de chocolate, fideos de chocolate o de colores, unos rosetones de nata montada (crema de leche), unas nueces...