Tarta de fresas sin horno
Dificultad: fácil Raciones: 10 – 12 porciones Tiempo: 30- 40 minutos más refrigeración
Ingredientes para un molde desmoldable de 20 – 24 cm:
180 gr de galletas tipo Digestive
50 gr de mantequilla
1/2 kg de fresas
150 gr de azúcar
El zumo de 1/2 limón
8 gr de gelatina en polvo o 4 hojas de gelatina neutra
400 ml de nata (crema de leche) o crema de leche para montar con un 35% de M.G
Fresas y gelatina neutra para decorar
Elaboración:
Empezamos preparando un molde desmoldable de 20 o 24 cm es lo perfecto, en la base le ponemos papel de horno para que sea más fácil de desmoldar.
Vamos con la base de galletas para ello trituramos bien las galletas hasta conseguir un polvo y mezclamos con la mantequilla fundida.
Colocamos la mezcla en la base del molde haciendo presión con una cuchara y de tal modo que quede compacta y homogénea, guardamos en el frigorífico para que se endurezca bien.
Por otro lado limpiamos las fresas y las partimos en trozos más pequeños, las ponemos en una cazuela junto con 50 gr de azúcar y el zumo del 1/2 medio limón; llevamos al fuego y dejamos que hierva durante unos 5 minutos.
Por otro lado disolvemos en un poco de agua fría la gelatina en polvo.
Cuando las fresas estén cocinadas, estén un poco blandas y tengamos una especie de mermelada, trituramos con la batidora y pasamos por un colador fino; seguido le añadimos la gelatina que teníamos disuelta en agua y dejamos que se enfríe.
Mientras se enfría la mezcla de las fresas y la gelatina montamos la nata (crema de leche); cuando este casi semimontada le añadimos el azúcar restante; los 100 gr y seguimos montando hasta que este bien firme.
Mezclamos la nata (crema de leche) con la mezcla de las fresas cuando esta esté fría, primero mezclamos unas cucharadas y después el resto con movimientos envolventes para no bajar mucho la mezcla y que nos quede esponjosa.
Con ambas mezclas bien integradas, no se tiene que notar la nata (crema de leche), la vertemos dentro del molde y con mucho cuidado para no romper la galleta que ya teníamos de base.
Llevamos la tarta de fresas sin horno al frigorífico y dejamos hasta que esté bien cuajada, como mínimo 4 horas pero si tenéis tiempo dejarla de un día para otro.
Y decoramos con fresas; en mi caso laminadas y le damos brillo con un poco de gelatina.
Servimos esta deliciosa tarta de fresas sin horno bien fresquita y a disfrutar.
Como siempre espero que os hayan gustado esta receta de tarta de fresas sin horno.
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