Fácil, rápida y deliciosa.
Cuando me enteré quién era mi blog asaltado del Asaltablogs Invisible de este mes, no dudé ni un momento qué receta haría, porque la vi en su día y me encantó, no sólo por los ingredientes, si no por la estética de la tarta y su fotografía.
Así que el único problema que podía haber tenido, que era que Cris tiene muy poquitas recetas, al final no fue un problema para nada, sino todo lo contrario, menos quebraderos de cabeza a la hora de escoger.
En cuanto a la receta, adivino que Cris utilizó un molde más pequeño que yo, ya que tuve que utilizar más galletas y mantequilla para la base y el relleno no me quedó tan alto, cosa que agradezco, porque si no, hubiera salido rodando, eso si, con mucho gusto.
El toque de la nata (crema de leche) le aporta frescor y suaviza el dulce de la tarta y la lima le da un sabor estupendo, disfruté un montón con el olor en mis manos de la mantequilla y la lima. Es una delicia total.
95 grs. de mantequilla
250 grs. de galletas digestive
4 yemas de huevo
2 cucharaditas de ralladura de lima
120 ml. de zumo de lima
550 grs. de leche condensada
Nata montada (crema de leche) para decorar
Picamos las galletas, o bien con una picadora, o bien poniéndolas en una bolsa de congelación y pasándole el rodillo por encima hasta que queden bien trituradas.
Fundimos la mantequilla en el microondas durante 1 minuto más o menos. Es mejor que no quede del todo fundida y que terminemos de fundirla fuera del microondas removiendo bien.
Mezclamos bien hasta que nos quede una pasta homogénea. Cubrimos un molde desmoldable (yo usé uno de 24 cms.), en la base y por los laterales hacia arriba. Reservamos. Aquí Cris horneó la base 10 minutos, yo no lo hice y me quedó la mar de bien.
Separamos 4 yemas de huevo y las batimos hasta que blanqueen. Añadimos la ralladura de la piel de la lima, siempre teniendo cuidado de no rallar la parte blanca de la piel porque amargaría. Batimos un poquito. Añadimos el zumo de lima. Al igual que Cris yo utilicé 3 limas para el zumo y me salieron 120 ml. Añadimos la leche condensada y batimos hasta que se integre.
Precalentamos el horno a 180º. Vertemos la mezcla en el molde forrado con la galleta y horneamos 20 minutos. Sacamos del horno, dejamos templar y lo introducimos en la nevera como mínimo 1 hora, aunque yo lo tuve toda la noche.
Cris guarda la mezcla de leche condensada en la nevera antes de verterla sobre la galleta para que espese. Eso tampoco lo hice, vaga que es una.
Servimos adornada con la nata (crema de leche) y unos trocitos de lima.
Truquitos de presentación:
Si queréis que los bordes de la tarta os queden más rústicos, tal cual os quede, pero si queréis que os quede un poco más mona, con una espátula chiquitina que no os ralle el molde, podéis ir igualando el borde quitando el sobrante y poniéndolo en la base.
Y podéis echarle un vistazo al blog de Cris, que como dicen es pequeño pero matón. Os dejo el enlace aquí.
Y como esta entrada está programada y yo sigo de panching, os deseo un Feliz Fin de Año y que en el 2014, todos vuestros deseos se cumplan, seáis muy felices y yo pueda verlo.
Besazos a porrón.