Hacía tiempo que no compartía una receta para hacer una tarta, ¿verdad? Pues hoy pondré remedio con una tarta que, además de estar riquísima, es muy sencilla de hacer (como todos los dulces que os propongo). Se trata de la receta de tarta de limón sin horno y, por supuesto, como os decía, fácil, fácil, facilísima de hacer.
Si os gusta el sabor a limón, sin duda ¡ésta es vuestra tarta!, no es nada empalagosa, se hace muy rápido y no hace falta ser un maestro repostero. Lo único que necesitáis es tiempo para que se refrigere antes de poder zampárosla, pero por lo demás, en 15 minutos la tendréis hecha.
Lo mejor de todo es que no hace falta horno, ni tener un molde especial, ni necesitáis ingredientes raros, así que, ¿qué os parece si os la cuento y tomáis nota? Seguro que si la probáis repetiréis, a mí particularmente ¡me pirra! .)
Los ingredientes que necesitamos son:
370 gr de leche condensada.
400 ml de nata (crema de leche) para montar.
150 ml de zumo de limón.
100 ml de leche.
Un paquete de 200 gr (aproximadamente) de galletas rectangulares.
Elaboración:
Lo primero que haremos será batir bien la leche condensada junto con la nata (crema de leche). Después, sin dejar de batir, vamos agregando poco a poco el zumo de limón. Dejaremos de batir cuando la mezcla esté espesa.
Ahora, ponemos film transparente en un molde, el que veis en las fotografías es el que utilicé para hacer el Plum Cake de chocolate, y lo forramos. Con este paso haremos que sea muy sencillo desmoldar la tarta.
A continuación, ponemos en el fondo del molde una capa de la crema que hemos obtenido con la leche condensada, la nata (crema de leche) y el zumo de limón. Después, mojamos las galletas en la leche y colocamos una capa de ellas encima de la crema.
Luego repetiremos el proceso, añadiremos otra capa de crema y encima una capa de galletas bañadas en leche, así hasta llegar al borde del molde, donde finalizaremos poniendo una capa de galletas. Tened en cuenta que, aunque os digo que hacen falta 200 gramos de galletas rectangulares, lo cierto es que va a depender del tamaño de vuestro molde, si es muy grande os harán falta más galletas, pero eso tendréis que controlarlo a medida que vayáis añadiendo las capas.
Por último, tapamos nuestra tarta de limón con film transparente y dejamos enfriar en el frigorífico, preferiblemente, durante toda la noche. Ya sólo nos queda desmoldarla y adornarla con el topping que más os guste, en Punto de Lu hemos utilizado galletas trituradas para conservar el sabor de los ingredientes utilizados en la receta, pero vaya, que podéis añadirle confetti, ralladura de limón, fideos de chocolate, sirope de limón... ¡lo qué se os ocurra!
¿Que os parece? ¿Os animáis a hacer tarta de limón sin horno? Si la hacéis me encantará ver vuestras fotos y leer vuestros comentarios ;)
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