175 grs de harina
100 grs de mantequilla fría cortada en cubos pequeños
25 grs de azúcar glas
1 yema de huevo
1 cucharada de agua fría
Para el relleno:
5 huevos
225 grs de azúcar
125 ml de nata (crema de leche) extracremosa
4 limones, el zumo y la ralladura
azúcar glas para decorar
Elaboración:
Para hacer la masa pon la harina junto con la mantequilla y el azúcar glas en un robot de cocina. Mezcla hasta que la mezcla se parezca a migas de pan bastas, a continuación añade la yema de huevo y el agua fría y sigue pulsando el robot de cocina hasta que la mezcla se haga una masa lisa para ponerla sobre una superficie enharinada y trabajarla con las manos.
Haz una bola con ella y trabaja hincando un poco los nudillos en ella 2 o 3 veces para que se haga suave. Vuelve a formar una bola, envuélvela en film transparente y déjala reposar en el frigorífico 15 minutos.
Engrasa un recipiente de 23 cm. de diámetro con el fondo desmontable y pon un poquito de harina en la base.
Coloca la bola de masa que tienes en el frigorífico en el centro del molde y con ayuda de los dedos vete estirándolo, subiéndolo también por las paredes del molde, presionando con los dedos para que quede bien adherido al molde y no haya aire entre medio. Una vez forrado el molde con esta pasta, mételo en el frigorífico por espacio de 30 minutos.
Enciende el horno a 200º o 180º si es de ventilador y saca del frigorífico el molde para ahora cubrirlo con papel vegetal y poner peso encima (garbanzos, alubias secas, etc), para presionar la masa y que al meterlo en el horno la masa permanezca lisa y no suba. Mete al horno durante 10-12 minutos- Al cabo de este tiempo saca y retira el papel vegetal y los garbanzos o alubias, y vuelve a hornear ahora sin nada encima, otros 10 minutos hasta que se quite la palidez y se dore un poquito.
Saca y deja reposar mientras haces el relleno.
En un recipiente bate los huevos junto con el azúcar con batidora de varillas. Añade el resto de los ingredientes y sigue batiendo hasta que estén bien mezclados. Pásalo a una jarra y vierte con cuidado sobre la base. Lo mejor es terminar de hacer esto con el molde metido ya en el horno sobre la bandeja, para que no se derrame nada del líquido, porque tiene que estar lleno hasta el borde, y es muy difícil llenarlo fuera e intentar meterlo sin derramar nada.
Una vez relleno hasta el borde baja la temperatura del horno a 170º y hornea unos 30 minutos hasta que la masa esté firme pero que en el centro quede un poquito con esa textura de los flanes o las gelatinas.
Deja enfríar un poco antes de desmoldar, y decora con azúcar glas.