Adoro las tardes frías de otoño, cuando estas en casa y apetece mucho encender el horno y dejar la casa impregnada de ese olor de bizcocho tan rico.
Pero como este año todavía no hemos tenido otoño, simplemente me apetecía llenar la casa de el olor que a mí me recuerda a esta estación.
La tarta que os traigo hoy está inspirada en las manzanas con caramelo típicas de las ferias.
Esas manzanas que yo, hasta que no he tenido la cabeza un poco más amueblada, siempre me compraba por el color brillante, y cuando daba el primer bocado ya no quería más. Pero ahora, las disfruto como si fueran un manjar.
Pero a lo que íbamos, la receta de hoy os va a encantar, asegurado. Solo por el olor que deja el bizcocho en casa lo vais a querer hacer a diario. Porque tanto si lo utilizáis para preparar la tarta, o bien lo horneáis para el desayuno, es increiblemente delicioso.
Estos bizcochos quedan muy jugosos, y no vais a necesitar almibararlos.
Para darle un toque extra de caramelo, podéis echarlo también al rellenar la tarta. Yo no lo hice porque igual ya me envían al infierno por gula máxima, pero vamos, que si ponéis caramelo en el relleno va a estar más deliciosamente acaramelada si cabe.
Tarta de manzana y caramelo (Receta de Marina Corma)
Para 3 moldes de layer cake de 15 cm
Para el bizcocho
200 ml de aceite suave
100 gramos de azúcar moreno
100 gramos de azúcar blanco
3 huevos M
Un yogur griego
200 gramos de harina de trigo
2 cucharaditas de levadura química
Media cucharadita de canela en polvo
2 manzanas cortadas a dados
Para el caramelo
190 gramos de azúcar blanco
85 gramos de mantequilla sin sal
115 ml de nata (crema de leche) para montar
Para la crema
4 claras de huevo
250 gramos de azúcar blanco
315 gramos de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
6 cucharadas de caramelo
Para la decoración
100 gramos de nueces troceadasPreparamos el caramelo, para ello pondremos el azúcar en un cazo a fuego medio. Cuando comience a derretirse, vamos moviendo con cuidado con una cuchara de palo. En ese momento se comenzarán a formar unos pegotes de azúcar, pero seguir moviendo hasta que se disuelvan por completo. No subiremos el fuego en ningún momento para que no se nos queme el azúcar. Seguiremos moviendo con la cuchara hasta que el caramelo tenga un color ámbar.
En ese momento, retiramos el cazo del fuego y con mucho cuidado agregamos la mantequilla. Movemos despacio para que se integre. Echamos la nata (crema de leche) y mezclamos bien. Dejamos templar la salsa de caramelo en el cazo y a continuación la pasaremos a otro recipiente hasta que se enfríe por completo.
Precalentamos el horno a 180ºC. Tamizamos la harina, junto con la levadura y la canela. Troceamos las manzanas.
Mezclamos el aceite junto con los dos azúcares, hasta que se integren por completo. Agregamos los huevos, uno a uno, y no añadimos el siguiente hasta que el anterior no esté totalmente integrado. Añadimos el yogur y mezclamos bien. Echamos la harina tamizada, y batimos a velocidad baja para no sobre batir la mezcla. Incorporamos las manzanas troceadas con la ayuda de una espátula de silicona.
Repartimos la masa en los moldes, previamente engrasados, y horneamos durante 25-30 minutos, o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio.
Retiramos los moldes del horno y los dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. A continuación los desmoldaremos y los cubriremos con film transparente. Dejamos reposar los bizcochos durante toda una noche en el frigorífico, así la miga se habrá asentado y nos resultará más sencillo manipularlos a la hora de montar la tarta.
Preparamos la crema. Ponemos en un cazo al baño maría las claras junto con el azúcar. Vamos moviendo con cuidado para que no cuajen las claras. Cuando el azúcar se haya disuelto por completo lo pasamos al bol de la batidora y batimos hasta que el merengue haga picos duros. Agregamos la mantequilla y batimos 10 minutos a velocidad máxima, hasta que la mezcla esté muy cremosa. Añadimos el caramelo, que estará frío y batimos hasta integrar.
Para montar la tarta, igualamos los bizcochos si fuera necesario, colocamos el primes bizcocho en el plato de presentación y una buena capa de crema. Seguimos colocando el segundo bizcocho y otra capa de crema. Terminamos colocando el último bizcocho y cubriendo toda la tarta por una capa muy fina de crema. Refrigeramos durante 15 minutos. Retiramos la tarta de la nevera y la cubrimos con una capa más gordita de crema. Terminamos la decoración al gusto, y colocamos unas nueces troceadas.
¡¡Y a comer!!
Espero que os haya gustado la receta de hoy, y hagamos fuerza todos horneando para ver si nos llega ya el otoño.
Nos vemos muy pronto :)
Un millón de besos, se os quiere ?