En el actual “cole” de mis hijos dejan que los papás llevemos tarta el día de su cumple. Para nosotros ha sido un cambio muy positivo, porque así pueden celebrarlo con todos los amigos y compañeros de clase, sin excluir a ninguno. Cuando estaban en la guardería también podían hacerlo, y ellos siempre optaban por las de obleas decoradas. La verdad es que a mí, personalmente, no me gustan nada. Son muy bonitas, sí, pero me resultan empalagosas por la cantidad de azúcar que llevan. Así que este año me he propuesto un reto: dar con la tarta que más les guste a cada uno y llevar dos (que para eso son gemelos), pero caseras. Sé que no es fácil luchar contra Spiderman, Patrulla canina o Frozen, pero yo lo voy a intentar. Y para eso he comenzado con esta tarta: tarta de queso al estilo restaurante La Viña, de San Sebastián. Es una tarta suave y esponjosa, fácil de hacer y que combina con cobertura de mermelada de frutos rojos o con chocolate a la perfección.
Tarta del restaurante La Viña, en San Sebastián. Imagen de su web.
Junto con la New York cheesecake, esta es una de las que más me gustan. Es una tarta suave y esponjosa, con pocos ingredientes y muy versátil: está rica sola o con cobertura de chocolate, pero como más me gusta a mí es con un poco de mermelada de cualquiera de los frutos rojos (¡con arándanos está deliciosa!).
En internet circulan muchos “post” con la receta original (en La Viña no son amigos de secretos y os dirán la receta si la preguntáis), pero la que utilicé como guía fue la de “Velocidad cuchara” de Rosa Ardá, una de las web de referencia cuando de recetas de Thermomix se trata. Como muchas veces pasa, cuando cocinamos solemos adaptar las recetas a nuestros gustos o necesidades. Este es un ejemplo. Para hacer la tarta que veis en la imagen, reduje la cantidad de queso crema 100 gr menos), de azúcar (100 gr menos) y de huevos (sustituí un huevo L por uno M). Empecé por el azúcar porque en casa no nos gustan las cosas muy dulces. La próxima vez que la haga, sustituiré la nata (crema de leche) por la siguiente mezcla: por cada 200 gr de nata (crema de leche), 200 gr de leche desnatada y una cucharada de leche en polvo desnatada. Así conseguiremos bajar considerablemente las calorías de la tarta, ya reducidas con los cambios que introduje. Ya os contaré qué tal queda. Esta, desde luego, estaba deliciosa. La textura, además, jugosa, bien cuajada y muy suave. ¡Perfecta!
Los ingredientes para un molde de 24 cm son:
900 gr de queso crema natural, tipo Philadelphia.
500 gr de nata (crema de leche) para montar.
4 huevos tamaño L y 1 tamaño M (yo utilizo ecológicos o camperos),
250 gr de azúcar.
40 gr de maicena.
En el vaso de Thermomix, mezcla todos los ingredientes durante 40 segundos/velocidad 6. Precalienta el horno, arriba y abajo, 200º durante 10 minutos. Vierte la mezcla en un molde desmontable untado con un poco de mantequilla y hornea 50 minutos/100º. Pincha el centro de la tarta con una aguja o un palillo (yo usé uno de brocheta). Si sale limpio, está lista la tarta. Si no, pon otros 10 minutos más a 180º grados. Cuando el palillo salga limpio, apaga el horno y entre abre la puerta. Notarás que por el centro aún se mueve un poco la tarta, como si fuera un flan, pero es normal. Cuando enfríe verás que también el centro está cuajado. Deja la tarta dentro del horno unos minutos y desmolda aún templada. Sirve a temperatura ambiente con chocolate, sirope o mermelada de frutos rojos. Con la Thermomix podemos hacer unas mermeladas y compotas deliciosas y muy sencillas. Esta es de fresa y está riquísima, con trozos grandes de fresas, como nos gusta.
Tarta de queso con mermelada de fresa. www.eltiovivorojo.es
Esta receta puede hacerse sin Thermomix, pero ya sabéis que tenéis que batir todos los ingredientes con mucho cuidado para que la masa quede fluida y bien integrada.
¿Qué os parece el resultado? La verdad es que estoy muy satisfecha, porque las condiciones no han sido las ideales: es la primera vez que hago una tarta en este horno, así que no le tengo el punto cogido. Y el pobre molde desmontable se deformó un poco en la mudanza, así que incluso se derramó por las juntas algo de masa de la tarta. Así y todo, ha cuajado muy bien y está muy, muy buena. Mis hijos, que no son muy dulceros, la probaron y le dieron el visto bueno. Felipe incluso se comió más de la mitad de su porción, lo que es todo un récord. La próxima tarta será de bizcocho, quizá para “Halloween”… Ya os contaré. Si queréis dejar algún comentario, estaré encantada de leerlos. Un beso para todos y gracias por leerme. ¡Hasta el próximo “post”!