He de confesaros que en casa somos más de la Castanyada. El día 31 de octubre por la tarde-noche, comemos castañas asadas, moniatos, panallets. Aunque este año no lo hemos podido celebrar como otros años, no teníamos el cuerpo para fiestas, se ha hecho algo más sencillo.
La tarta que os traigo hoy, la tengo guardada en la carpeta de favoritos pendientes de hacer desde que la ví en Sweet Mania hace un par de semanas. Como ya os dije en la entrada anterior, las tartas de queso son mi perdicción y aprovechando la temporada de calabaza actual, me ha faltado tiempo para prepararla.
Quien la ha probado, le ha gustado mucho y no para de recordármelo, jijiii y no creo que sea amor de hermana y cuñado.
Aprovechando que tenía unas decoraciones de halloween que compré en lidl la adorné un poquito.
Los ingredientes:
Preparación:
Precalentar el horno a 160º. Forrar el molde con papel de horno. Triturar las galletas y añadir la mantequilla derretida hasta conseguir una mezcla. Repartir en el fondo del molde, y con la ayuda del culo de un vaso, repartir y alisar hasta que quede una base uniforme. Introducir en el horno durante 15 minutos. Pasado este tiempo sacar y reservar.
Mientras tanto, pelar y limpiar la calabaza. Hervir hasta que esté blandita. Colar y chafar con un tenedor. Reservar.
Batir el queso con el azúcar. Incorporar los huevos y seguir batiendo. Añadir la esencia de vainilla y canela. Incorporar el puré de calabaza, y tamizar la harina. Terminar de mezclar con una espátula.
Una vez todo integrado, volcar sobre la base horneada y volver a introducir en el horno, durante unos 40 minutos (vigilad, que cada horno tiene vida propia, jijiii)
Una vez fuera del horno, dejar enfriar y a la nevera. Como siempre digo, mejor de un día para otro, los sabores se asientan mejor.
Y esto es todo, bon profit !!!