Y seguimos haciendo postres sencillos sin tener que meter las narices en el horno (jejejejeje)
Hoy toca caprichito.
¿Qué por qué digo esto? Porque esta tarta es uno de los caprichos dulces de mi querida y golosa hija.
Y cómo negarle a un hijo algo así?
Que conste que ya la he hecho varias veces y aún no la he probado, como mucho he rebañado un poco el cazo y uummm, está de-li-cio-sa.
Los ingredientes que necesitaremos serán:Para la mouse:
200 grs. de queso crema (tipo Philadelphia)
12 Petit Suisses (en este caso eran de fresa)
200 grs. de nata (crema de leche) para montar
200 grs. de azúcar
6 láminas de gelatina
Mermelada de fresa (al gusto)
Para la base
1 paquete de galletas Oreo
60 grs. de mantequilla
Preparamos un molde desmoldable cubriendo la base con papel de horno.
Molemos las galletas y las mezclamos con la mantequilla fundida.
Extendemos esta mezcla en la base del molde y llevamos a la nevera.
Mientras preparamos la mouse.
Ponemos a rehidratar la gelatina en agua fría.
En un bol mezclamos el queso con los Petit Suisses y reservamos.
Ponemos en un cazo la nata (crema de leche) y el azúcar y calentamos.
Cuando esté a punto de hervir lo retiramos del calor, escurrimos la gelatina y la añadimos removiendo bien hasta que se disuelva totalmente.
Volvamos la nata (crema de leche) sobre el queso y batimos hasta obtener una mezcla homogénea.
Sacamos el molde de la nevera y, con ayuda de una cuchara, vertemos la mouse.
Dejamos enfriar y llevamos a la nevera para que cuaje durante unas tres o cuatro horas.
Por último calentaremos unos segundos en el microondas la mermelada y la extendemos sobre la tarta ya cuajada y volvemos a llevar a la nevera un poco más.
La próxima vez que la haga un trozo se va a quedar en casa, bueno, o dos jejejejejeje.