Siempre me pareció una tarta seca, si bien es verdad que nunca la comí casera.
Y la verdad es que ahora que la hice me parece esponjosa, con mucho sabor y nada seca. Os la recomiendo!
Ingredientes:
250 gramos de almendra molida sin tostar (yo las compré enteras y las pasé por la picadora hasta hacerlas casi polvo)
200 gramos de azúcar
4 huevos
Ralladura de 1 limón
1 molde de 22 ó 24 centímetros (de 22 sale un poquito más alta)
Mantequilla para el molde.
Preparación:
Ponemos el horno a 170ºC (Unos 340F)
En un bol ponemos la almendra, el azúcar y la ralladura de limón. Removemos un poco.
En otro bol ponemos los huevos y batimos un poco.
Añadimos los huevos batidos a la mezcla de la almendra y seguimos batiendo hasta que se quede todo bien mezclado.
Ponemos un poco de mantequilla en un papel y le damos al molde para que luego no se nos pegue; echamos la preparación en el molde y lo metemos en el horno durante 40 minutos (yo puse primero 10 minutos calor abajo y luego calor arriba y abajo, pero tardó 30 minutos en hacerse ya que mi horno es pequeño)
Si vemos que se tuesta demasiado por arriba abrimos y tapamos con papel de aluminio (yo no lo tapé, puse la otra bandeja del horno por encima)
Pinchamos y si sale limpio está listo.
Desmoldamos en frio.
Espolvoreamos azúcar glass por encima (ponemos un par de cucharadas de azúcar glass en un colador y le damos unos golpecitos para que caiga sobre la tarta.