Por fin ya llego el calorcito! ☀
Así que esta semana he decidido empezar a no encender mucho el horno y a refrescarme un poco más.
Cuando llega el buen tiempo apetece hacer cosas fresquitas y que mejor que una tarta fría para ponernos en modo verano!
Con esto no quiero decir que sea una tarta light, ni mucho menos, solo que no es necesario utilizar el horno para su confección.
Por eso, abstenerse (si podéis) las personas que están haciendo dietas locas para quedar como sirenitas/os en las playas o en las piscinas.
Os tengo que decir que esta tarta es un poco (o bastante) calórica. O se, una bomba dulce de aquellas que disfrutas cuando te la comes y despues te arrepientes por las calorías que tiene. Ya se sabe, el pecado también existe en forma de tarta.
Que se le va a hacer…
Bien, sin más, prepararos para la receta de esta semana. Estoy segura que no os la podéis perder.
Tarta fria de galletas
Así de bonita queda
2 paquetes de galletas tostadas
200 gr de natas para batir
250 gr de queso mascarpone
1 lata de dulce de leche
1 vaso de leche
3 cucharadas de sopa de azúcar
En una batidora, batimos la nata (crema de leche) con el azúcar hasta estar montada.
Ponemos en un bol el mascarpone y lo batimos un poco para que no quede tan duro.
Mezclamos la nata (crema de leche) y el mascarpone hasta formar una crema. Reservamos.
Cogemos un molde rectangular de unos 28 x 20 cms. Podéis hacerla también en un molde redondo, en ese caso, es mejor comprar galletas redondas tipo Maria, vale?
Echamos el vaso de leche en un plato hondo y vamos mojando rápidamente las galletas y distribuyendolas una a una por el molde hasta hacer una capa (no empapar mucho las galletas si no se rompen)
Vamos a poner por encima de las galletas, nuestra crema de nata (crema de leche) y mascarpone haciendo una segunda capa.
Después mojamos otra cantidad de galletas en leche y las ponemos encima de la crema con cuidado. Formamos una tercera capa.
En un bol listo para microondas, ponemos el dulce de leche y lo calentamos un poco con cuidado hasta que quede menos duro. Mezclamos un poco. Este paso es importante porque si no no podremos ponerlo encima de las galletas y no os importe si quedan grumos que no se va a notar nada!
Colocamos el dulce de leche encima de la última capa de galletas.
Ahora picamos las galletas que nos han sobrado en una batidora o dentro de una bolsa o paño de cocina dando unos golpes para que quede como si fuera arena.
Espolvoreamos este polvo por encima del dulce de leche.
Llevamos al frigorífico algunas horas hasta que se solidifique y quede fresquito. Yo lo preparé por la tarde y nos lo comimos al día siguiente. Se conserva bastante bien .
Simplemente D-E-L-I-C-I-O-S-O.
Seguro que os encantará!.
Y como siempre,
Darle a like y suscribiros. Gracias y
A COMEEER!
Archivado en: galletas, Postre, tarta Tagged: azucar, dulce de leche, galletas, mascarpone, nata (crema de leche), tarta fria