Ingredientes
Para el bizcocho:
200 g chocolate negro.
30 g cacao en polvo sin azúcar.
250g mantequilla.
250 g azúcar.
100g de yogur natural.
1 cucharadita y media de zumo de limón.
8 g de levadura química.
1 cucharadita extracto de vainilla.
220 g harina.
1cucharada café instantáneo (tipo Nescafé), el mío descafeinado.
Para el ganache de cobertura:
200 g de nata (crema de leche) para montar.
200 gramos de chocolate negro.
Preparación
En primer lugar, preparamos el buttermilk, para ello ponemos el yogur en un cuenco y añadimos el zumo de limón. Dejamos reposar 8 minutos. No os preocupéis si el yogur parece que se corta es como tiene que quedar. Reservar.
Engrasamos y enharinamos el molde de 22cm.
Precalentamos el horno a 150ºC calor arriba y abajo.
Troceamos el chocolate negro y lo fundimos al baño maría, una vez que está fundido le añadimos la mantequilla cortada en cuadrados. Mover bien con varilla manual hasta que estén integrados. Añadir la esencia de vainilla y el café (sin disolver en agua), mover bien. Transferir al bol de la batidora y dejar enfriar.
Una vez que se he enfriado, añadir el azúcar, los huevos batidos con un tenedor, poner la batidora a baja velocidad, añadir el buttermilk y seguir batiendo hasta que esté todo bien mezclado.
Sobre el bol de la batidora tamizar la harina, el cacao y la levadura e ir mezclando a mano, con una espátula hasta que esté todo bien mezclado y no haya grumos. No os asustéis si la mezcla huele mucho a café, luego no se nota en el sabor, sólo potencia el sabor del chocolate.
Vertemos la mezcla en el molde que teníamos preparado y horneamos durante 45 minutos (sobre rejilla altura central del horno) más o menos, el tiempo es orientativo, confirmar que está hecho pinchando con un palillo hasta que salga limpio.
Dejar enfriar en el molde durante diez minutos, desmoldar y dejar enfriar por completo sobre una rejilla.
Para la ganache, trocear y fundir el chocolate en un bol en el microondas. Una vez que está fundido añadir la nata (crema de leche) y mezcla con varillas manuales. Dejar enfriar y una vez que está frío cubrir la tarta.
Conservar en nevera y sacar media hora o una hora antes de consumir si no la tarta estará dura al solidificarse el chocolate.
Espero que os guste tanto como a mi hija :-)